Justo cuando las fuerzas leales sirias avanzan con pasos sostenidos en la reconquista de los territorios controlados por los extremistas, un nuevo «ataque químico» centra la atención mediática internacional. El presunto ataque habría ocurrido en la ciudad de Duma, ubicada en la zona de Guta Oriental, que el ejército sirio ha venido reconquistando de manera sostenida en las últimas semanas.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se ha referido este domingo a su par sirio, Bashar al-Assad, como un «animal», asumiéndolo como responsable de una acción que ni siquiera se ha confirmado.
Igualmente, aprovechó para lanzar amenazas contra Vladimir Putin, Rusia e Irán, al tildarlos de responsables de lo sucedido por «respaldar al Animal Assad». Esto traerá «un precio muy alto a pagar», escribió a través de la red social Twitter.
Por otra parte, el inquilino de la Casa Blanca consideró que «si el presidente Obama hubiera cruzado su línea roja, el desastre de Siria «habría terminado hace mucho tiempo», alegando la necesidad de acabar con la legítima autoridad de la nación árabe.
«El animal Assad sería historia», añadió Trump, quien no solo ha acusado al mandatario sirio sino que omitió deliberadamente la actuación de las fuerzas terroristas que, además de matar inocentes, toman ciudades enteras como rehenes en su cruzada contra al-Assad.
Al respecto, Damasco considera que esto se trata de «un intento descarado de obstaculizar el avance del Ejército», toda vez que medios reconocidos por su apoyo a los «rebeldes» se hacen eco de las acusaciones esgrimidas en principio por el grupo Jaish al Islam, cercano a la derrota en la zona.
Finalmente, Rusia respondió de manera tajante a tales acusaciones: «El propósito de estas conjeturas falsas y sin fundamento es proteger a los terroristas y la irreconciliable oposición radical», dicen la Cancillería a través de un comunicado. El otro elemento es «intentar justificar posibles ataques desde el exterior», continúa.
JI