La Conferencia Episcopal de Estados Unidos ha anunciado tres objetivos claves para propiciar un lavado de cara de la iglesia en ese país, a raíz del informe difundido por la Corte Suprema de Pensilvania donde aparecen documentados 300 casos de supuesta pederastia.
En este sentido, el presidente de la Conferencia Episcopal, el cardenal Daniel DiNardo, explicó a través de una carta dirigida a todos los católicos de la nación norteamericana que tienen la intención de involucrar a laicos, expertos laicos, el clero y el Vaticano para solventar la situación.
Destacó, que la intención real es una “protección más fuerte contra los depredadores en la Iglesia y cualquiera que los oculte, protecciones que mantendrán a los obispos bajo los más altos estándares de transparencia y responsabilidad«.

Uno de los objetivos del plan es desarrollar una investigación completa sobre el caso del arzobispo Theodore E. McCarrick, el excardenal y arzobispo retirado de Washington involucrado en un caso de abuso sexual a un menor.
El segundo y el tercer objetivo, propuestos por DiNardo establecen una apertura de canales nuevos y confidenciales para denunciar quejas contra obispos, y otro de carácter legal para una resolución más efectiva de denuncias futuras.
Los tres objetivos «se perseguirán según tres criterios: independencia propia, autoridad suficiente y liderazgo sustancial de los laicos«, agregó.
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NP