Con estaciones de metro selladas, comercios y bancos chinos destrozados y enfrentamientos policiales amaneció Hong Kong, este sábado, y se mantiene paralizada tras las protestas contra la ley que prohíbe el uso de máscaras en manifestaciones.

De hecho, más de un millar de personas retaron con sus máscaras la decisión de la Jefa del Ejecutivo, Carrie Lam, de invocar una ordenanza de la época británica que busca identificar más fácilmente a los manifestantes violentos.
No obstante, la ciudad pasó por su peor situación en la madrugada, marcada por el vandalismo y la violencia en toda la urbe, tal como constatan agencias.
Hong Kong vandalizada
Además, muchos manifestantes respondieron a la controvertida legislación aprobada el viernes portando máscaras -prohibidas desde la medianoche- coreando consignas, vandalizando mobiliario urbano, prendiendo hogueras, lanzando cócteles molotov y, en algunos casos, quemando banderas de China.
Asimismo, pese al riesgo de ser sentenciados con penas de hasta un año de cárcel o multados con montos de 3 mil 188 dólares, los enmascarados coreaban: «Usar máscara no es delito, la resistencia es razonable» y «Pueblo de Hong Kong, ¡resistid! «
Actos extremos en Hong Kong
Así, docenas de ellos destrozaban tiendas consideradas pro-Pekín, rompiendo ventanas y pintando grafitis, mientras que la Jefa del Ejecutivo local, Carrie Lam, rechazaba lo que calificó como «actos extremos, impactantes e indignantes» de los manifestantes más violentos y urgía a los hongkoneses a condenarlos y distanciarse.

Lam acusó a los manifestantes de provocar una «destrucción sin precedentes» en la ciudad financiera, mientras que algunos manifestantes han optado por tácticas más radicales que la protesta pacífica, en la que los enfrentamientos violentos con la Policía resultan habituales.
FF