La Congresista republicana Ileana Ros Lehtinen, en declaraciones a la cadena trasnacional de información CNN, informó que su colega Marco Rubio consiguió colar a Lilian Tintori en una cena con el nuevo Presidente de los EEUU.
En breve, el propio presidente Donald Trump compartió un trino con el que se confirmó que la esposa de Leopoldo López fue hasta la Casa Blanca para hacer campaña contra Venezuela.
https://twitter.com/realDonaldTrump/status/832016501657968640
No es la primera vez que un Presidente de los Estados Unidos se reúne con representantes de la Oposición venezolana. En el pasado, la dirigente María Corina Machado visitó al republicano George W. Bush. Con la mano que a Bush le quedó suelta en aquel histórico estrechón, ocultaba el más grande genocidio del que nuestra humanidad tenga registro: el millón y medio de iraquíes asesinados. Años después, él mismo confesaría que los motivos de aquella guerra sólo eran mentiras.
El saldo fue desfavorable para el antichavismo. La imagen se convirtió en un emblema de la genuflexión de la derecha venezolana a los intereses de Washington. La popularidad de Machado fue en picada. Las más recientes encuestas le otorgan un 1% de popularidad entre los venezolanos.

Los pronósticos son de mal agüero para Tintori. Como se sabe, Donald Trump obtuvo menos votos ciudadanos que su contrincante Hillary Clinton. Sin embargo, obtuvo la simpatía de los colegios electorales lo que le llevó al Despacho del Salón Oval. Son pocos los presidentes que han iniciado su gestión en un escenario de popularidad tan adverso como Trump.
Desde la toma de posesión se han desplegado cientos de manifestaciones en contra del magnate. La mayoría de ellas impulsadas por movimientos de defensa de los derechos civiles, de la mujer y de los inmigrantes. Todos esos sectores hoy reciben un mensaje de Tintori. Y, para su pesar, coinciden con los argumentados por el chavismo desde hace años.
La fotografía resta al maquillaje publicitario que se ha encargado de presentar a Lilian Tintori como una ama de casa despolitizada o como una luchadora por la democracia: aquella que desde el 20 enero la mayoría de los estadounidenses han dado por perdida, aunque se les escapó de las manos desde hace décadas.
La fotografía muestra a Lilian Tintori en su justa dimensión: una conservadora de ultraderecha, activista de los sectores oligárquicos, promotora de la «superioridad» de los opresores sobre los oprimidos. No en balde, Lilian Tintori ha emprendido la campaña de defensa de su millonario esposo sin mencionar a las 43 víctimas mortales del movimiento terrorista y paramilitar que encabezó.
La fotografía de Lilian Tintori junto a Donald Trump es un manifiesto en píxeles. La captura del lente dejó cuenta de su desprecio por los pobres, su toma de partido por la discriminación, sus vítores por la xenofobia y su escaso compromiso por los derechos de la mujer. Tras bajar su pulgar, Trump esconde el crimen de su primer bombardeo sobre Yemen, ese que dejó más de 50 víctimas.
LC