Mientras en Europa las principales ligas de fútbol y baloncesto reanudaron sus actividades, en Asia ya hace un buen rato están en acción sus deportes más destacados, en Estados Unidos (foco central de la pandemia en los últimos días) se continúa a la espera del reinicio de la acción en el baloncesto (NBA), en el fútbol (MLS) y en el béisbol (MLB).
Tanto la NBA como la MLS tienen bastante avanzado lo que sería un reinicio de las actividades, se espera que pronto arranque el fútbol sin ningún problema. Aunque en el baloncesto han surgido rumores sobre la negativa de varios jugadores a volver a las canchas no por el Coronavirus, sino por los graves problemas raciales que atraviesa la nación del norte de América.
Lo cierto es que mientras en baloncesto y el fútbol (soccer) buscan ver la luz al final del túnel, la MLB se encuentra en este momento en un punto muerto. Pero ¿por qué?
¿Miedo al Covid-19? ¿Respeto a las protestas en Estados Unidos? ¿Presión del gobierno de Trump? – Ninguna de las anteriores.
La verdadera razón por la cual no se ha puesto una fecha de inicio en el béisbol de Grandes Ligas es por: Dinero.
El sindicato de peloteros y los dueños de equipos no se ponen de acuerdo sobre cuánto dinero debe obtener cada quien si logran reiniciar la liga.
Normalmente la temporada de la MLB consta de 162 encuentros por temporada, una campaña que debió comenzar en marzo. Ante los problemas generados por la pandemia, se ha buscado la forma de acortar el calendario para poder jugar esta temporada… Pero no encuentran la forma de repartirse el botín.
Los peloteros liderados por el presidente de su sindicato Tony Clark, buscan que se les pague la totalidad de su sueldo anual o por lo menos el equivalente a los encuentros jugados (mientras más juegos, más dinero) y fue propuesto un calendario de mínimo 70 juegos.
En tanto que los dueños de equipos, de la mano del Comisionado de la MLB Rob Manfred, alegan que ante la forzosa situación de jugar sin público, se les hace imposible pagar ese porcentaje y que solo se pueden disputar un máximo 60 encuentros de esta temporada.
Los jugadores saben que las entradas y lo que aporta el público a las ganancias de un equipo son mínimas en comparación a lo que ingresa por publicidad y derechos de TV. Los dueños de equipo saben que mientras más pase el tiempo, menos juegos se van a realizar y menos deberán pagar a sus empleados.
Y aunque sabemos que no todos los jugadores de béisbol son millonarios, lo que gana por una temporada un grandeliga es muchísimo mayor a lo que pueda devengar un simple mortal. Así que la guerra entre millonarios (peloteros) y multimillonarios (dueños) está en su punto más álgido… Nadie da su brazo a torcer.
Las consecuencias para el deporte pueden ser devastadoras. En primer lugar por la imagen egoísta que, en un momento tan crítico como el que atraviesa Estados Unidos, proyecta el mundo del béisbol hacia los fanáticos.
Por otra parte, este deporte está en franca decadencia dentro de las preferencias del público norteamericano. De ser «el pasatiempo #1 de América» hoy está por detrás de ligas más fuertes y mejor estructuradas como la NFL, la NBA y hasta la MLS.
Por último, los dueños y los jugadores ¿se han puesto a pensar en la cantidad de personas que trabajan alrededor de un encuentro de béisbol? (que no ganan las sumas que ellos devengan).
¿Dónde queda el público que espera tener entretenimiento en momentos tan difíciles?
¿Los dueños y los jugadores viven en otra realidad? ¿Dónde queda la empatía?
El béisbol está tocando fondo y parece que no interesa a millonarios y multimillonarios.
Entretanto, sufre la gallina de los huevos de oro.
Junior Cordero/ VTactual
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