Siete fallecidos y 85 detenidos es el saldo hasta ahora en las protestas de los chalecos amarillos en Francia, este sería el quinto fin de semana de protestas intensas luego del anuncio de Enmanuel Macron sobre el aumento de la gasolina propuesto para enero de 2019.
La última fue el pasado fin de semana con 125.000 personas en todo el país y 10.000 en la capital, sin embargo este fin de semana hay alrededor de 8.000 agentes de policía en las calles para evitar que se desborde de nuevo la protesta.
La protesta se debilita
Este sábado la jornada ha sido más baja que los anteriores fines de semana. Debido a la fuerte represión muchos han ido separándose de las manifestaciones y otros han abandonando la lucha al escuchar el aumento de sueldo que anunció Macron a 100 euros.
Tras los días de protesta, la policía francesa ha incrementado el uso de gases lacrimógenos y cañones de agua para dispersar a los manifestantes. La represión más dura fue el 9 de diciembre donde casi mil manifestantes fueron detenidos.
Macron está atravesando su primera derrota y está a la defensiva ya que con el movimiento de chalecos amarillos se ha abierto una crisis importante en su gobierno, pues estos han conseguido entusiasmar, con su coraje, y mostrar el camino a toda la clase obrera y a las clases medias arruinadas de Europa.
N.B.
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