Hoy será el último día de albergue para 982 familias puertorriqueñas que fueron desplazadas a EEUU a causa del huracán María por el programa de Asistencia de Alojamiento Transitorio de la Agencia Federal para la Gestión de Emergencias (FEMA, en inglés).
Delirys Aquino, portavoz de FEMA en Puerto Rico informó que del total de las familias atendidas 398 están en hoteles de la isla y que están evaluando qué hacer con las familias refugiadas en hoteles de Florida central.
«Hoy será un día de mudanza ya que la organización Hispanic Federation entregará una ayuda de $1,000 que los beneficiarios podrían utilizar en lo que necesiten, incluyendo cubrir los gastos de estadía adicional en hoteles», dijo Yanidsi Vélez, portavoz de esa organización.
Ante el hecho la máxima de organizaciones de Derechos Humanos fue negociar tarifas más bajas para que las familias se sigan quedando en los hoteles en los que han estado durante estos meses, pero esta vez sin asistencia del Estado.
Como solución para las familias que ahora quedarán desasistidas y a la intemperie, se negociaron tarifas con los hoteles de $59 por noche. Franquicias de Derechos Humanos denunciaron que aunque las personas son residentes de Florida el gobernador no ha querido prestar apoyo.
Ilia Torres, directora de la Administración de Asuntos Federales de Puerto Rico en Florida central, dijo que las familias que opten por retornar a Puerto Rico, con viviendas inhabitables, «podrían cualificar para tener un turno prioritario en la lista de espera del programa de vivienda del Plan 8″.
Sin embargo, la realidad de Puerto Rico es de una deuda pública estimada en $72,000 millones, cientos de escuelas cerradas, servicios de salud deteriorados y miles de empleos eliminados.
EC