Salieron a la luz nuevas pruebas que vinculan al Jefe del Ejercito Nacional de Colombia, Nicacio Martínez Espinel, con el encubrimiento de la muerte de civiles a manos de militares a su cargo, en un lapso de 10 años.
La procuraduria colombiana pidió que se habrá una investigación, luego de que un grupo de senadores exigieran que se destituya al jefe militar, quien no se ha negado a ser investigado.

El diario estadounidense el New York Times (NYT), realizó una investigación recientemente donde reveló que generales y coroneles del Ejército del país neogranadino, suscribieron un acuerdo para incrementar los operativos y «ser efectivos operacionalmente con el objetivo de matar, capturar o forzar la rendición de los grupos criminales y rebeldes», según el diario.
Está forma de política esta siendo desarrollada nuevamente dentro de la Administración del presidente Iván Duque, luego de que fuera implementada durante el Gobierno de Álvaro Uribe (2002-2006 y 2006-2010), trayendo consigo la práctica de los ‘falsos positivos’, lo que consiste en presentar a civiles como guerrilleros dados de baja en combate por el Ejército.
Mientras tanto el presidente de Colombia, Iván Duque, anunció el pasado viernes la creación de un panel de expertos para evaluar los protocolos y manuales militares, y así cerciorarse de que se respeten los derechos humanos y el derecho internacional humanitario.
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