“Una trampa”. Así catalogó el ex canciller de las FARC, Iván Márquez, al diálogo y posterior entrega de las armas del desarticulado movimiento guerrillero en Colombia. Márquez tiene sus razones, basadas en la cruel cacería que comenzó el gobierno de Iván Duque contra guerrilleros desmovilizados, en la cual han caído numerosos líderes sociales durante su mandato.
Como una muestra más de la disposición al diálogo y la paz en Colombia, se convocó el primer debate de control político a cargo del partido FARC, a través del cual se pretende evaluar la actuación de algunos funcionarios del Gobierno Nacional en los procesos que se adelantan para el Acuerdo de Paz en el país neogranadino.
Durante el debate se pretende profundizar la revisión de las garantías de seguridad para los excombatientes, muchos de los cuales han sido asesinados y otros han recibido amenazas contra sus vidas o las de sus familiares.
Asesinato de líderes sociales
La paz en Colombia pasa por el respeto a los derechos humanos y a las condiciones acordadas en los diferentes escenarios utilizados para tal fin. Pero las políticas de persecución y omisión del aparato estatal, no ayudan a que el proceso llegue a feliz término.
El senador Julián Gallo, también conocido como Carlos Antonio Lozada, lleva un registro lamentable de las víctimas de este pacto roto. “Por desgracia, según la Defensoría del Pueblo, entre enero de 2016 y enero de 2019 han sido asesinados al menos 438 líderes sociales, excombatientes y defensores/as de derechos humanos en Colombia; situación que pone en riesgo la implementación de la paz, la seguridad nacional y la vida de los colombianos y colombianas”.
RB