España no ha sabido resolver sus problemas políticos internos, sin embargo, ha estado inmiscuyéndose en los de Venezuela, para intentar crear una falsa fachada «democrática», ante el mundo.
Esta semana la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, envió cartas a las instituciones europeas en las que manifiesta su preocupación por el juicio del procés que empezará el próximo día 12 y en las que señala que no se trata «simplemente de un asunto interno del Estado español».
La alcaldesa ha enviado estas cartas al presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, al presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani, y al presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk.
La alcaldesa de Barcelona reitera que «la prisión provisional supone una vulneración del derecho de las personas encausadas a preparar una defensa efectiva», y que los delitos que se imputan a los líderes independentistas son «desproporcionados».
Este domingo, 10 de febrero, Ada Colau intervendrá en un acto organizado por la Asociación Catalana de Municipios y Comarcas, con la colaboración del Ayuntamiento de Barcelona y al que están convocados todos los alcaldes de Cataluña, para pedir el respeto a los derechos y libertades fundamentales y exigir un juicio justo e imparcial para los representantes políticos y sociales procesados.
NB