Tras años de tensiones entre Turquía y Alemania, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, visita Alemania para tratar de limar asperezas y en busca de una reconciliación.
Las tensiones entre ambos países comenzaron cuando Erdogan tildo de fascistas a los alemanes por no permitirle hacer campaña política entre la comunidad turca que vive en el país teutón.
Erdogan al llegar a Alemania, manifestó que su visita busca abrir un nuevo capítulo en las relaciones con el fin de dejar de lado las discrepancias y los temores irracionales para concentrarse en los intereses comunes. «Hay que responder a los desafíos y amenazas comunes como el terrorismo, la cuestión migratoria, los refugiados y el resurgimiento del mercantilismo«, aseveró.
El viaje del mandatario turco surgió de una invitación hecha por el presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier y la agenda comprende de un banquete oficial, dos reuniones con la canciller Angela Merkel.
Sin embargo, la visita de Erdogan ha sido objeto de rechazo por parte de varios políticos alemanes de alto rango como, Sevim Dagdelen del partido La Izquierda, al considerar que es «inaceptable» que sea recibido con honores alguien que «conduce políticas mafiosas en relaciones exteriores, que persigue a políticos de la oposición e invade países vecinos».
El jefe de Estado turco culminará su viaje a Alemania con una visita al estado federal de Renania del Norte-Westfalia, donde asistirá a la ceremonia de inauguración de la Mezquita Central de Colonia, dirigida por la asociación musulmana turco-alemana Ditib.
NP