Ya no solo es la avioneta incautada a mafiosos que legitimaban capitales, que la fiscal General de la República, Luisa Ortega Díaz, utilizaba para sus viajes personales. Tampoco son las reuniones con dirigentes de la derecha o la participación de la funcionaria en consultas internas de la oposición.
En esta oportunidad, Alejandra Rodríguez, subdirectora del Despacho de la Fiscal General, está involucrada en una disputa con un fiscal, por el pago de un dinero proveniente de un soborno.
El otro involucrado es el fiscal 66°, Felipe Hernández Trespalacios, quien además es subdirector de Protección de la Familia.
“Dame mis baterías, dame mi parte, dame lo que me toca”, se escucha en el material audiovisual que trascendió a la prensa, “yo busqué esos clientes, esos los busqué yo y no la jefa Gioconda”, dice la mujer mientras golpea al fiscal con los puños.
La mujer se refiere a Gioconda González Sánchez, directora del despacho de Ortega. Este impasse se generó en el área del las oficinas de la máxima autoridad del Ministerio Público.
La página web Latabla.com reseña que el fiscal Hernández fue el encargado de un caso de violaciones masivas en el colegio Emil Friedman, uno de los más costosos del país. «En dicho caso se han presentado denuncias sobre retardo procesal y manipulación de elementos de convicción que intentarían exonerar de su responsabilidad a la exclusiva institución educativa del municipio Baruta, en el sureste de Caracas», se lee en el portal.
La fiscal general de la República es parte de un golpe de Estado
«La Fiscal es la cabeza visible de un plan de intervención para Venezuela»