Funcionarios del gobierno de Donald Trump dijeron que los 60 diplomáticos rusos expulsados eran espías en Estados Unidos (EEUU), incluyendo una decena de funcionarios en la misión ante la ONU.
El gobierno de EEUU ordenó el cierre del consulado ruso en Seattle y los funcionarios expulsados tienen siete días para dejar la nación norteamericana. Es «inaceptablemente alto» el número de agentes de inteligencia rusos operando en el país, escribió AP.
La medida es una de las más significativas tomadas hasta la fecha por Trump contra el presidente Vladimir Putin. Hace menos de una semana, Trump felicitó a Putin por teléfono por su reelección y no mencionó el caso del ex espía, renovando cuestionamientos sobre si el presidente estadounidense es demasiado «tolerante» hacia el Kremlin.
También 14 países de la Unión Europea (UE) expulsaron a diplomáticos rusos. El líder de la UE, Donald Tusk, había dicho la semana pasada que los Estados miembros presentarían medidas contra Moscú por su presunto papel en el caso de Skripal, un ex doble espía de 66 años, y Yulia, su hija de 33, quienes fueron expuestos a un agente nervioso del sistema de ventilación de su coche.
Londres acusa a Moscú de perpetrar el ataque. Estados Unidos, Francia y Alemania dicen que casi seguramente fue así, mientras que Rusia ha negado cualquier vinculación al hecho y calificado de absurdas e infundadas las acusaciones. El gobierno británico aún no ha mostrado ninguna evidencia de sus denuncias.
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