En México hallan los restos de 65 cadáveres no registrados en dos fosas clandestinas de la Fiscalía mexicana. Ambas fosas están localizadas en el estado de Morelo, donde pudiera encontrarse una tercera fosa, de acuerdo con las investigaciones realizadas hasta el momento.
Los primeros 45 cuerpos fueron descubiertos en el poblado de Tetelcingo; otros 20 cuerpos fueron encontrados en el municipio de Jojutla. Los trabajos de exhumación comenzaron el 21 de marzo y fueron suspendidos el 6 de abril.
Sin embargo, debido a la presión de los familiares de desaparecidos se retomaron las labores este 24 de abril, en las que participan peritos estatales y federales, refiere el diario mexicano La Jornada.
Sólo este lunes se observaron «tres hallazgos de cadáveres», informó Tranquilina Hernández Lagunas, integrantes del colectivo Búsqueda de familiares: Regresando a casa, organización en la que participan familiares de desaparecidos en México.
En declaraciones para La Jornada, Hernández Laguna, madre de Mireya Montiel, una joven desaparecida en 2013 en el estado de Morelos, indicó que el hallazgo de los tres nuevos cuerpos podría llevar a la tercera fosa clandestina de la fiscalía.
Los familiares denuncian que los cuerpos fueron depositados en estas fosas sin cumplir con los protocolos establecidos para una futura identificación, por lo que exigen que en esta oportunidad se desarrollen estas labores con respeto a la dignidad de los que allí se encuentran enterrados.
Miles han sido los cuerpos que se han encontrado en fosas clandestina, del país azteca donde las autoridades presionadas por la opinión pública que exigen dar con el paradero de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa que desaparecieron en Iguala con la complicidad del ejército mexicano en confabulación con los cárteles de droga, han llevado al descubrimiento de más de doscientas fosas clandestinas y ya se suman por miles a las desafortunadas víctimas encontradas en esos espacios.
Es curioso y llama la atención, que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, los medios de comunicación, ni los gobiernos derechistas de la región que tanto dicen defender los derechos humanos se pronuncien y más bien guarden un cómplice silencio ante estás atrocidades y una interrogante salta a la palestra ¿Dónde está Luis Almagro, secretario general de la OEA y la Cidh? ¿Será que los muertos de México no duelen?
CC