El último adiós a Aretha Franklin se dio con un funeral de gran magnitud en Detroit, estado de Michigan, donde pasó gran parte de su existencia. Vestida de oro y lentejuelas y zapatos de tacón a juego, la ceremonia religiosa duró más de ocho horas.
Hicieron acto de presencia de familiares, amigos y políticos de todas las esferas, como el ex presidente Bill Clinton, con su mujer Hillary Clinton. También Jesse Jackson, el reverendo Al Sharpton, Smokey Robinson, Clive Davis, Tyler Perry.
Una de las más grandes, fallecida de un cáncer de páncreas el pasado 16 de agosto, fue homenajeada con interpretaciones del coro que la acompañó durante años, las grandiosas Clark Sisters, Stevie Wonder, Jennifer Hudson, Faith Hill e incluso Arianna Grande, a la que correspondió el honor de interpretar el Natural Woman de Franklin.
El actual presidente no asistió al entierro y fue objeto de críticas por parte del reverendo Sharpton, quien recibió una ovación de pie tras afirmar: “Al presidente Donald Trump habría que darle una clase sobre cómo ser respetuoso. Cuando murió Aretha dijo que había trabajado para él. Pero no, actuó para él. Trabajó para nosotros”.
Por su parte, el expresidente Bill Clinton, expresó que Franklin “se preocupó por la gente rota, marginada, de los que no tuvieron su suerte. Hay que recordar en estos tiempos que esta magnífica mujer trabajó como un caníbal para conseguir lo que logró. Es una llave a la libertad”.
Lejos de los focos y de las celebridades, los admiradores que no pudieron entrar a la iglesia se fueron con sus tacones y sombreros a una estación de servicio cercana donde proyectaban la ceremonia en una pantalla gigante.
NP
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