De aquellas cantantes de la vieja guardia ya no quedan muchas, hoy se fue Aretha Franklin a los 76 años de edad. La cantante recordada como la Reina del Soul cantó por más de cinco décadas a viva voz canciones de cambio, alegría y dolor que recorrieron el mundo.
Franklin murió en su casa rodeada de familiares y amigos que desde hace varias semanas la acompañaban en lo que fueron sus últimos días ya que había tenido problemas de salud durante años luchando por un cáncer de pancreas que la mantenía débil.
La reina del soul sin duda se ganó el respeto de su público arriba y abajo del escenario. Vocalista con un rango de cuatro octavas, Aretha Louise Franklin, nació en Memphis, Tennessee, y comenzó a cantar en la iglesia de su padre en Detroit.
La cantante a menudo reconoció a su padre por haber nutrido su incipiente talento. «Desde muy muy temprano me enseñó varias cosas que tienen que ver con el tempo y el fraseo y me guió de distintas formas. En un momento me dijo que algún día cantaría para reyes y reinas; lo dijo y lo he hecho».
En 1967, Franklin ganó el Grammy a la mejor interpretación vocal solista de Rhythm and Blues por «Respect», el primero de muchos galardones.

Respect, encaminó a la artista de Atlantic Recording a ganar 18 premios Grammy más durante su increíble carrera. También se llevó a casa premios por éxitos como «Chain of Fools» y «Freeway of Love».
En 1987 fue la primera mujer en ser inducida al Salón de la Fama del Rock and Roll y siete años más tarde se convirtió en la galardonada más joven honrada por el Centro Kennedy.
Con su voz y sus formidables logros en la música y el cine como The Blues Brothers, Aretha a menudo es considerada una de las cantantes más grandes de todos los tiempos. Sin embargo, la mujer que cantó para reyes y reinas se regodeaba en hacer bien el trabajo más importante del mundo.
«Soy una madre maravillosa, he sido una madre maravillosa y es lo que más me enorgullece», dijo.
NB