Bajo el falaz nombre de Cumbre Concordia, la oligarquía colombiana ha reunido en Bogotá a representantes de la ultraderecha continental para hablar de varios temas, entre ellos, naturalmente, el supuesto derecho que asiste a otros países a intervenir en Venezuela, incluso militarmente.
Como simple botón de muestra, uno de los invitados estelares es el general retirado David H. Petraeus, un exdirector de la Agencia Central de Inteligencia, que se desempeñó como comandante de las fuerzas de Estados Unidos en Irak y Afganistán, participó en operaciones injerencistas en Bosnia y Haití y ahora es alto ejecutivo de KKR, una multinacional dedicada a la especulación financiera.
Petraeus afirmó que la opción de una intervención militar no debe descartarse en el caso de Venezuela porque la crisis económica y política del país afecta a toda la región.
Otro invitado de lujo de este evento colombiano fue el ex vicepresidente Joe Biden, quien advirtió que las sanciones económicas contra Venezuela no han dado los resultados que ellos esperaban.
En Cumbre Concordia se han presentado con sus mejores galas tanto el presidente saliente, Juan Manuel Santos, como el entrante, Iván Duque, así como la flor y nata del empresariado neogranadino. También participan celebridades menores de la campaña internacional contra Venezuela como la expresidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla, y el ex vicepresidente de Bolivia, Jorge Quiroga.
La violencia sistemática ejercida contra los líderes sociales de Colombia, que ha cobrado la vida a centenares de ellos, no ha sido un tema prioritario de este deslumbrante encuentro, en el que sí se ha debatido mucho acerca de la crisis generada en Colombia por la “ola migratoria” de venezolanos.
