La economía argentina volvió casi 20 años atrás y regresó en la memoria de muchos habitantes de ese país, aquellos momentos dolorosos en los que el ex presidente Fernando De la Rúa, ordenó la imposibilidad de la población a acceder a sus depósitos bancarios en cualquier tipo de moneda. Mauricio Macri, en su desesperación por frenar la fuga de capitales que amenaza severamente a la economía argentina, ordenó una serie de estrictos controles financieros que incluyen restricciones en la compra y la transferencia de divisas.
Desde este lunes entró en vigencia un decreto presidencial que establece las restricciones a la compra y venta de divisas en todo el territorio argentino. “Ante los recientes acontecimientos económico-financieros desencadenados (…) es necesario adoptar medidas transitorias y urgentes para regular con mayor intensidad el régimen de cambios”, reza parte del texto.

A partir del 2 de septiembre y hasta el 31 de diciembre de 2019, el Banco Central de la República Argentina (BCRA), regulará la compra de dólares y la misma requerirá autorización de esa institución. Con esta disposición, la exportación de bienes y servicios ingresará en forma de divisas o tendrá que negociarse en el mercado cambiario bajo las condiciones que dicte el BCRA.
Medidas desesperadas
La fuga de divisas de la economía argentina, luego de la victoria en las PASO por parte de la dupla de Alberto y Cristina Fernández, ha sido abrumadora. Con las medidas adoptadas por el gobierno se pretende aminorar el desplome de las reservas que retrocedieron 15 puntos porcentuales luego de la jornada electoral. La restricción pide autorización para aquellas personas que puedan y quieran comprar más de 10 mil dólares al mes.
«Esta normativa mantiene la plena libertad para extraer dólares de las cuentas bancarias, tanto para personas físicas como jurídicas, no afecta el normal funcionamiento del comercio exterior y tampoco introduce ninguna restricción a los viajes», dice el comunicado de la institución financiera.
RB