Indudablemente, el pánico se ha desatado en los mercados. Una estrepitosa caída se produjo hace apenas dos semanas en Wall Street y las principales bolsas del mundo sufrieron el colapso de sus indicadores debido al surgimiento de nuevos casos de coronavirus en diversas latitudes.
Además, el comercio exterior del gigante asiático cayó 9,6% interanual durante enero y febrero, según datos divulgados por la Administración General de Aduanas: los intercambios comerciales entre China y el resto del mundo se situaron en 4,12 billones de yuanes (unos 594 mil 351 millones de dólares).
Las exportaciones, por su parte, descendieron 15,9% interanual hasta los 2,04 billones de yuanes (294 mil 287 millones de dólares) y las importaciones bajaron 2,4% hasta los 2,08 billones de yuanes (o 300 mil 059 millones de dólares), lo que arroja un déficit comercial de 42 mil 590 millones de yuanes (6 mil 144 millones de dólares). Todo ha tenido que ver con el brote viral.

Y la balanza comercial parece beneficiar, por lo pronto, a los países de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático, primer socio comercial de China, a la Unión Europea, EE.UU. y Japón.
Para esta semana, los números en la bolsa neoyorquina continúan a la baja lo que deja percibir que los inversionistas siguen pensando en los “riesgos que les supone” la propagación de la nueva neumonía.
Ante este panorama, impredecible y cambiante, algunos expertos dejan ver sus pronósticos toda vez que la principal economía mundial, la china, ha visto descender sus alcances en los últimos dos meses.
Un pronóstico pesimista
Entrevistado por la televisora rusa RT, Sourabh Gupta, investigador principal del Instituto de Estudios China-América, cree que se subestima el costo económico máximo del coronavirus, ya que podría reducir al 50% el crecimiento del PIB mundial en 2020 que se proyectó en 3,5 % durante 2019. En pocas palabras, el crecimiento será de apenas 1,75%, lo que desde ya supone el peor desempeño del crecimiento global desde 2001.
En contraposición, el Fondo Monetario Internacional habla de una caída de 0,5%, pero Gupta le considera “demasiado optimista”, ya que no contempla “la psicología masiva de la incertidumbre, que deprime el sentimiento del consumidor”, lo que se comenzó a percibir globalmente cuando el riesgo de contagio se extendió más allá de las fronteras chinas.
Sin probabilidad de una debacle: ¿Fin de la guerra arancelaria China-EE.UU.?
Por su parte, Peter C. Earle, integrante del Instituto Estadounidense de Investigaciones Económicas, opina que el escenario económico de graves interrupciones en la cadena de suministro, cierres de aeropuertos, problemas en el mercado crediticio por cuarentenas masivas o cierre indefinido de los mercados financieros, le resulta muy poco probable.
De hecho, asegura que el mundo podría llegar a comprender, debido a la emergencia, que “el comercio sin restricciones es crítico para el bienestar de todas las personas”. Y añade que más bien puede ser motivo de que termine “la guerra arancelaria entre EE.UU. y China”. ¿Podrían hacer las paces y continuar las dos principales economías mundiales?
Coordinación sanitaria global
Finalmente, Philipp Carlsson-Szlezak, economista jefe de la consultora Boston Consulting Group (BCG), opina que el coronavirus podría impulsar la coordinación global y la inversión en la resistencia a las enfermedades para crear “una realidad geopolítica donde la cooperación se considere esencial para abordar los problemas modernos”.
Coronavirus y el «pánico estúpido»
Una opinión extra proviene del personaje menos esperado, pero vale la pena rescatar lo que el empresario Elon Musk alcanzó a decir. El director general de Tesla –fabricante de autos eléctricos- afirmó, a través de su cuenta en la red social Twitter, que “el pánico por el coronavirus» resulta «estúpido”.
The coronavirus panic is dumb
— Elon Musk (@elonmusk) March 6, 2020
La reacción responde a que las acciones de su compañía han caído más de 20% desde mediados de febrero, momento en que la propagación de la nueva enfermedad provocó una venta masiva de acciones.
En tal sentido, Earle y Gupta coinciden en que las graves y repentinas caídas en los mercados de valores, sobre todo de EE.UU., no solo se deben al coronavirus. Gupta opina, de hecho, que hace rato que las acciones están sobrevaloradas y que la crisis actual no corregirá el patrón ni compensará el mercado.

En contraposición, Carlsson-Szlezak cree que los mercados no experimentaban una burbuja y, aparte del virus, “había pocas razones para provocar una venta masiva, abrupta”, como la del mes pasado.
Lo cierto es que el covid-19, que ya suma 3 mil 500 muertos y más de 101 mil infectados en todo el mundo, provocó que los precios del petróleo cayeran casi 10% esta semana hasta su nivel mínimo en varios años.
¿Se pondrá de moda trabajar desde casa?

Mientras tanto, empresas tecnológicas como Twitter y Microsoft piden a sus empleados que trabajen desde casa, Google cancela un importante evento anual de tecnología y Facebook incluso, mucho más extremista, cerró oficinas en Londres y Singapur.
FF/VTactual.com
Rusia se suma a las advertencias económicas por impacto del coronavirus