De uno u otro modo, ambas naciones han estado siempre signadas por una historia compartida desde sus mismos nacimientos: Un gran proyecto continental de integración liderado por El Libertador Simón Bolívar. Sin embargo, conspiraciones, intrigas, traición, por un lado, reconocimiento mutuo, respeto, solidaridad, por otra parte, son algunos de los lazos de hermandad que unen a estas dos naciones.
Hablar de cuál país ha sido más golpeado en la historia contemporánea reciente sería mezquino, tomando en cuenta que una ha vivido por más de medio siglo los embates de un conflicto armado con mortales y nefastas repercusiones que difícilmente haya dejado de tocar a la mayoría de la población colombiana y el otro, casi la misma cantidad de tiempo, solo alternados por 40 de pacto puntofijista y ya 18 de convulsionados años de proceso revolucionario bolivariano.
Pero, ¿por qué a pesar de las similitudes, hay tanta diferencia en cuanto al enfoque que dan los medios de comunicación a situaciones de conflicto en ambos países respecto a las acciones que convenientemente toman cada uno de sus respectivos gobiernos, así como las posturas que asumen órganos “multilaterales” como la Organización de Estados Americanos (OEA)?
La turbulenta sociedad colombiana en la actualidad se encuentra en presencia de un despertar de los movimientos y organizaciones sociales, histórica y culturalmente adormecidos víctimas de la represión del Estado (desde todo punto de vista), no solo expresado en las últimas manifestaciones llevadas a cabo en deprimidas y marginadas zonas como Buenaventura o el Chocó, sino también en luchas genuinas por legítimas reivindicaciones en el caso del paro de maestros que también se lleva a cabo simultáneamente.
Ahora bien, para tener una mejor idea de las complejas condiciones en las cuales se desarrollan estos recientes hechos, en entrevista exclusiva para VT, Gilmer Uzcátegui, miembro del comité de Víctimas y Desplazados del Conflicto Colombiano, dio sus aportes y apreciaciones como uno de los protagonistas, para caracterizar y hacer un bosquejo de los principales elementos involucrados en el contexto y la realidad colombiana y así poder comparar o contrastar la forma en que los medios de comunicación tratan ambos acontecimientos de acuerdo a sus intereses.
En el contexto
“Las acciones de los gobiernos, como es notorio, el colombiano está alineado a los intereses norteamericanos. Colombia ha sido gobernada históricamente por el bipartidismo. Lo que se conoce como partido Liberal y el Conservador, algo muy similar a lo que ocurrió en Venezuela con AD (Acción Democrática) y Copei. Son las mismas familias que han gobernado en Colombia: Santos (Juan Manuel) es hijo y nieto de presidente, Vargas Lleras, quien fuera vicepresidente, también su abuelo fue presidente y así se van mudando y van cambiando los apellidos de quienes han gobernado.
Los intereses de clase son determinantes para su accionar. Por supuesto, toda la política económica y social colombiana está en beneficio de la clase gobernante y es al pueblo, a quien le trasladan todas las crisis y los costos de la vida. Por eso en Colombia, por ejemplo, no existe la seguridad social, ni la estabilidad laboral, el cesta ticket (bono de alimentación) como sí existe en Venezuela. La salud y todos los servicios básicos como el agua están privatizados. Entonces son condiciones totalmente diferentes en cuanto a las acciones de los gobiernos en lo político, económico, social y en lo militar. Hay que decirlo, en Venezuela se respetan los Derechos Humanos (DDHH). Ambos países tienen unos protocolos que han firmado, pero en Venezuela sí se cumplen a cabalidad.
En Colombia no, los DDHH son muy limitados, sobre todo el derecho a la protesta y es violado permanentemente por parte del Estado colombiano por medio del gobierno, a través de las acciones de la fuerza pública, como el Esmad (Escuadrón Móvil Anti Disturbios), que desde su surgimiento es un equipo especializado en represión a todas las manifestaciones como respuesta del Estado colombiano a toda protesta social, que desde los distintos sectores siempre ha sido la violencia. Por eso encontramos que en el Chocó y en Buenaventura, la acción del Estado, en vez de cumplir los compromisos adquiridos con las poblaciones, que era fundamentalmente inversión social: vías de acceso, agua potable, electricidad, escuelas, centros de salud, etc., pero la respuesta del Estado es la represión.
Entonces, hay grandes diferencias entre el modo de solucionar los conflictos entre ambas naciones: Colombia los soluciona a través del uso ‘legítimo’ de la violencia, como ellos le llaman, y Venezuela a través del diálogo, de la inclusión social. Y más bien, a mi parecer, hay un relajamiento en términos de lo que significa el respeto a los derechos humanos, en el sentido de que los respetan tanto que choca con los derechos humanos de los mismos funcionarios de seguridad, que son quienes están sufriendo las agresiones por parte de estos grupos violentos, en el caso venezolano”.
No lo dice el @NestorReverol lo dice el comandante de la Policia de #Colombia "las marchas no son pacíficas si obstruyen vías" pic.twitter.com/aHgA5OfpKT
— Madelein Garcia (@madeleintlSUR) May 24, 2017
Contraste entre las situaciones de conflicto
“Colombia es un país que tiene una sociedad profundamente desigual, con un conflicto político-social y una expresión armada también. Tiene la cifra de mayor desplazamiento interno en el mundo, cuenta con más de 8 millones de víctimas del conflicto, la mayor concentración de la tierra en pocas manos en América latina y con más del 60% de la población por debajo de la línea de pobreza. Y además cuenta con la presencia norteamericana permanente con sus siete bases militares y que la política económica está dictaminada por el Fondo Monetario Internacional (FMI); desde la Casa Blanca se trazan todas las líneas políticas también, o sea, son gobiernos que están arrodillados ante los intereses de los Estados Unidos y que hoy está ejecutando todo lo que se conoce como la locomotora minero-energética, que es la entrega de los recursos naturales a las multinacionales, fundamentalmente de capital norteamericano, situación completamente diferente de lo que significa Venezuela.
El conflicto en Colombia tiene una expresión armada y justamente el tema de la paz está haciendo que esa expresión armada finalice, es decir, el cese la confrontación armada entre las guerrillas y el gobierno, pero el conflicto continúa ya en el plano social-político, que es lo que estamos viendo ahorita en la Zona del Chocó y en Buenaventura, donde la población está protestando por el olvido del Estado. Hay que decir, Colombia tiene la salud privatizada, la educación, los servicios básicos de agua, luz eléctrica, teléfono privatizados. Son condiciones totalmente diferentes a Venezuela, donde la privatización existe pero hay garantías por parte del Estado venezolano de la salud, la educación, las pensiones para los adultos mayores está garantizada y en Colombia eso no existe. Es más, el senador (Álvaro) Uribe está planteando subir la edad de jubilación de las mujeres a 67 años. Entonces, socialmente Colombia tiene una gran diferencia con respecto a Venezuela y revisando los índices de desarrollo humano, Colombia está quedada, ocupando el tercer lugar en pobreza de América latina”.
El tratamiento de los medios a los conflicto
«Hay que señalar lo siguiente, los medios en Colombia responden a los intereses de los grupos económicos. El canal RCN es del grupo de (Carlos) Ardila Lülle, que es el dueño de Postobón, uno de los dueños del país, es decir, un significativo representante del poder económico de la nación neogranadina. Por supuesto, toda la línea informativa obedece a sus intereses, que son profundamente antibolivarianos, anticomunistas y hacia Venezuela son quienes han dirigido toda una guerra que distorsiona la realidad de lo que está pasando en ese país, mostrando las protestas que están ocurriendo allí como algo generalizado y a los terroristas que está quemando buses y asesinando gente como ‘héroes’.
Mientras el trato, por ejemplo en el tema de Buenaventura, un medio colombiano titulaba: ‘Grandes movilizaciones contra el gobierno de (Nicolás) Maduro’ y abajo colocaban (otro titular) ‘Vándalos saquean en Buenaventura’, es decir, en Colombia son vándalos, terroristas y en Venezuela son héroes que están luchando en contra de la ‘dictadura’.
Si #Buenaventura quedara en #Venezuela seguramente los ojos del mundo estarían condenando la represión que sufren. Si o no .@NicolasMaduro pic.twitter.com/u5pfc89A3q
— Gilmer Uscategui☭™ (@gilmerus) May 20, 2017
El tratamiento de los medios es una cosa desigual y una guerra mediática bastante fuerte que está siendo dirigida desde Colombia. Y la reacción de la OEA, obedece a que Colombia está alineada a los intereses imperialistas, es decir, lo que dictamina la política internacional de los Estados Unidos y el Departamento de Estado. Colombia no es un país que goza de la soberanía ni del libre desarrollo de la autodeterminación de su pueblo. Justamente, esa es una de las razones del conflicto armado y que se busca solucionar ya en el plano político.
Por eso se está pensado a través del proceso de paz cambiar la institucionalidad, las estructuras del Estado y que surja un nuevo partido que aglutine a todos los sectores de izquierda, democráticos, inconformes y para 2018 se pueda conquistar un gobierno que garantice, por lo menos, la implementación de los acuerdos, pero también que mire hacia la región, hacia la integración y que no se alinee a los intereses imperialistas».
En el siguiente enlace podrá obtener mayores datos sobre los indicadores sociales entre ambas naciones.
LM