No salió humo blanco de la nueva ronda de negociaciones entre China y Estados Unidos. Con una duración mucho menor a la que se esperaba, culminó la primera cita de este encuentro en Shangai, que fue catalogada de simbólica por la prensa local.
Todo parece indicar que ninguna de las partes tiene mucha prisa por cerrar un pacto definitivo, por lo que permanece abierta la tensión comercial entre ambos países que afectan a otros mercados arrastrados por las dos primeras economías del mundo.
En esta ocasión, chinos y estadounidenses son representados por Liu He, vice primer ministro y Zhong Shan, ministro de Comercio por el país asiático. Por los norteamericanos asisten el representante de Comercio Exterior, Roberto Lighthizer y el Secretario del Tesoro, Steven Mnuchin.
Leña al fuego
Previo a la cita entre las partes, el presidente de EEUU, #DonaldTrump, dio otra muestra de sus políticas de provocación al cuestionar a China por «no cumplir» y retrasar los acuerdos, y amenazó que ante una eventual victoria electoral en 2020, «el acuerdo será mucho más duro«.
La portavoz de Asuntos Exteriores china, Hua Chunying, esquivó la provocación del magnate estadounidense al declarar que «no tiene sentido decirles a los demás que tomen medicamentos cuando uno mismo es el que está enfermo».
RB