Una nueva jornada de protesta en Chile acabó con el incendio de un autobús este viernes, y denuncias de excesos policiales, entre ellos el presunto uso de sustancias químicas prohibidas en el agua que los agentes arrojaron para dispersar a los manifestantes.
De nuevo, la situación se presentó en la Plaza Italia, donde miles de personas completaron las 12 semanas de disturbios desde el inicio del estallido social, en octubre pasado, por causa de la desigualdad social del país, y que hasta la fecha ha causado al menos 27 muertos.
Además, el color amarillo del agua que arrojaron los carabineros, según se apreció en algunos vídeos, despertó temores de que se estaría mezclando con algún producto químico que, supuestamente habría quemado los rostros y cuerpos de los manifestantes, según trascendió a través de Twitter.
De hecho, el diputado Miguel Crispi difundió algunos fotos de personas con presuntas quemaduras en la piel e instó a “actuar con prontitud para conocer qué contiene” ese agua.
Ministro @jmanalich, se lo pregunté en la interpelación y hoy le insisto. Necesitamos garantías de que Carabineros no le está provocando un daño a salud de los manifestantes. Se debe actuar con prontitud para conocer qué contiene esta agua lanzada por @Carabdechile ! pic.twitter.com/CA5BqoxZda
— Miguel Crispi (@MiguelCrispiS) January 11, 2020
Se sumó un boicot estudiantil en Chile
Asimismo, la marcha de esta jornada estuvo precedida por el boicot de los estudiantes de secundaria contra la prueba de acceso a las universidades públicas y privadas, la llamada Prueba de Selección Universitaria (PSU), por cuanto se considera que esta prueba segrega a los estudiantes según el poder adquisitivo de sus familias. Aseguran que a los más desfavorecidos, los que estudiaron en “escuelas de baja calidad”, se les impide el acceso a las universidades del país.
FF
El resquebrajamiento del milagro chileno: La verdad se impone