La Prueba de Selección Universitaria (PSU), un examen que debían presentar este año unos 297 mil estudiantes de la educación media chilena, se convirtió en la protagonista de las protestas en esa nación este lunes y martes, luego de que miles de manifestantes alzaran su voz en contra del elitista instrumento que agrava la división de clases en el país.
Las protestas se extendieron a varias ciudades chilenas, imposibilitando que al menos el 10 por ciento de los aspirantes a cursar carreras universitarias en instituciones publicas y privadas pudieran tomar la prueba.
Tras las manifestaciones, el Departamento de Evaluación, Medición y Registro Educacional (Demre) suspendió los exámenes en 64 de las instituciones establecidas para tal fin. De acuerdo con las organizaciones que dirigen la protesta, la PSU es un método segregacionista que impide a muchos jóvenes acceder a la enseñanza universitaria.
Por estos disturbios fueron detenidos 81 jóvenes en todo el país, que se suman a las más de 21 mil 600 personas que ya habían sido apresadas en los primeros meses de protestas. Antes de aplicarse finalmente este 6 y 7 de enero, la PSU había sido convocada para presentarse en noviembre y luego en el mes de diciembre, pero la crisis política y social que atraviesa Chile hizo imposible que se concretasen esas fechas.
El acceso casi exclusivo al sistema educativo del país latinoamericano, considerado uno de los más costosos de la región, es una de las principales razones de malestar de los chilenos que históricamente han alzado su voz en contra de las políticas estadales que hacen cada vez más difícil que los ciudadanos mejoren su calidad de vida.
ARG/VTActual.com
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