Como una “bendición de la naturaleza” definen los mejores chocolateros del mundo al cacao venezolano. En septiembre de 2012, un panel de expertos de la Organización Internacional del Cacao reconoció que casi el 100 % del cacao que Venezuela exporta es “fino o de aroma”, de la más alta calidad. Cada año este rubro recibe condecoraciones y elogios en distintos escenarios de la alta culinaria mundial.
En el mercado internacional existen dos clases de cacao: el cacao básico y el
cacao fino o de aroma; más del 90% del cacao producido en el mundo puede considerarse como cacao básico o a granel, el de Venezuela aporta en buena parte a ese 5% del grano más cotizado por los grandes expertos.
Esto se debe a condiciones naturales únicas que se presentan en algunas zonas del país. Existen al menos 22 especies de Theobroma, nombre científico de la planta del cacao, 19 de ellas se encuentran al norte de América del Sur y 13 en la cuenca Orinoco-Amazonas.
Una de las variedades más valoradas es la nacida en el pueblo costero de Chuao, estado Aragua, su nombre se ha posicionado como una marca por su calidad y aroma, tanto así, que las más finas chocolaterías europeas resaltan en sus creaciones el porcentaje de cacao Chuao que utilizan en su preparación.
Venezuela tiene una capacidad instalada de procesamiento de 35.200 toneladas de cacao por año, con nueve plantas de procesamiento de grano, que procesan al año 20.900 toneladas.
Una de ellas es la Empresa Bolivariana de Producción Socialista Cacao Oderí, que inició funcionamiento el 27 de octubre de 2006 con el apoyo del Ejecutivo Nacional, en los últimos años esta empresa ha colocado en los mercados internacionales unas 20 mil toneladas del mejor cacao del mundo, pero buena parte de la producción está destinada a la elaboración de un chocolate de altísima calidad para el consumo interno de los venezolanos, con la creación de presentaciones que poseen hasta un 70% de pureza de cacao, lo que las hace superiores a muchos de los chocolates comerciales en los que se emplean altos porcentajes de azúcar y aditivos para abaratar los costos de producción, ajenos a la esencia misma del cacao.
El cacao, sin duda alguna, forma parte esencial de las tradiciones de los verdaderos padres del continente, pues se conocen noticias del cultivo y consumo de este alimento en la culturas milenarias de los pueblos Inca, Maya, Aztecas y del caribe, incluso sus granos fueron tratados con el mismo valor de cambio comercial de una moneda. Hoy Venezuela ofrece al mundo el mejor regalo de nuestros ancestros.
CD