Venezuela atraviesa una compleja situación política, económica y social por factores internos y externos. En medio de ello, muchos desean pescar en río revuelto, generando situaciones negativas que posteriormente capitalizan, especialmente en el terreno político.
Uno de los sectores donde más se ve ello es el de transporte. Muchas unidades colectivas han dejado de prestar servicio en todo el país y otros solo trabajan de forma irregular e intermitente. En Caracas, una de las soluciones a tal problema es el Metro, por lo que es de vital uso para millones de capitalinos.
Bomba que paralizó el sistema
Durante una de las horas de mayor uso del subterráneo caraqueño, una persona soltó una bomba lacrimógena en uno de los vagones, que llegaba a la estación Plaza Venezuela, sentido Propatria. Se trata pues, probablemente de la estación más transitada de toda la red y en un momento de gran afluencia, a las 8:50 de la mañana.
Mientras las personas salían desesperadamente del 4º vagón, donde lanzaron la bomba, una segunda fue activada. La situación se complicó aún más y generó una estampida. Pese a que había niños, mujeres y ancianos durante el hecho irregular, afortunadamente no hubo heridos ni situaciones que lamentar.
Personal del Metro y la Guardia Nacional Bolivariana socorrieron a los usuarios y se controló la situación. No obstante, el hecho suspendió el servicio durante 25 minutos, colapsando las demás estaciones. El evento fue calificado como sabotaje y aseguran que tuvo motivaciones políticas, debido a la proximidad de las elecciones presidenciales. Quieren crear el desasosiego y condiciones negativas para los próximos comicios evitando que estos se lleven en sana paz», recalcó el vicepresidente de Obras Públicas y Servicios, Luis Motta Domínguez.
Ante tal situación, las autoridades del Estado venezolano se reúnen este martes para reforzar medidas de seguridad en el Metro de Caracas, entre ellas, el nombramiento de un encargado de seguridad por cada estación del Metro de Caracas.
¿Motivaciones políticas?
No es de extrañar que a medida que se acerquen las elecciones, empiecen a generarse problemas con los servicios públicos. Cualquier persona que viva en el país, especialmente en las grandes ciudades, podrá notar cómo se hacen más frecuentes los cortes de electricidad, el sabotaje a servicios telefónicos, la desaparición de artículos de primera necesidad y el clima de exasperación psicológica. Guerra avisada, no mata soldados.
JA