Luego de atacar a Rusia y a China por sus posturas de reconocimiento al legitimo gobierno de Venezuela, liderado por el presidente Nicolás Maduro, Jair Bolsonaro recibió al grupo de cinco países denominado BRICS -entre los que se encuentran las mencionadas potencias– para debatir entre otras cosas una reforma de organismos como las Naciones Unidas (ONU) y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Obviando su intransigente postura y las críticas que profirió su Gobierno en más de una ocasión, sobre todo contra China, Bolsonaro mostró su mejor sonrisa y alabó la relación bilateral con el país asiático al que en otrora acusó de ser uno de los supuestos dueños de Venezuela y de no entender “lo que está en juego”.
Asimismo, el Jefe de Estado brasileño cambió su retórica anticomunista por alabanzas hacia China y una promesa de ampliar y diversificar las relaciones con el Gobierno de Pekín, declaraciones que enterrarían los impases entre Bolsonaro y el país asiático que datan desde el inicio de la polémica campaña emprendida por el Presidente suramericano cuando acusó a la gestión de Xi Jinping de querer comprar Brasil.
Entre las declaraciones de Bolsonaro se coló una especie de disculpa hacia el gigante asiático y todo lo que representa, al afirmar que “China debe ser tratada con cariño, respeto y consideración porque todos tenemoscompromiso con «el principio de soberanía, respeto mutuo e igualdad, con el objetivo común de construir un mundo pacífico estable y próspero». qué ganar” de la relación con esta potencia.
Especialistas destacaron que a pesar de la clara intención de Bolsonaro de cuidar el vínculo entre Brasil y China, muy poco importa a la nación asiática la actitud del mandatario brasileño puesto que las proyecciones de Pekín sobre su relación con la nación latinoamericana y los beneficios que de ella obtenga, están hechas a largo plazo.
Durante el encuentro del BRICS, integrado por Brasil, Rusia, India, China y Suráfrica, los Jefes de Estado de las naciones miembros ratificaron su compromiso con «el principio de soberanía, respeto mutuo e igualdad, con el objetivo común de construir un mundo pacífico estable y próspero».
Asimismo, abogaron por la reestructuración de la ONU, el FMI y la Organización Mundial del Comercio, para hacerlas más inclusivas, eficientes, transparentes, democráticas y representativas.
ARG
Los BRICS quieren promover la solución de la crisis venezolana