Mucho tardó en concretar Jeanine Áñez lo que ya se veía venir, lo que ya expresaba de manera tácita, con sus acciones y, principalmente con sus ataques y su intensa persecución contra el líder indígena Evo Morales y todo lo que significó su Gobierno de inclusión.
La autonombrada presidenta interina de Bolivia al fin confirmó las sospechas de muchos. Dio un paso al frente y se quitó la máscara: este viernes, anunció que se postulará en las elecciones generales del próximo 3 de mayo en una unión de su partido con algunas fuerzas que apostaban en octubre pasado por el expresidente Carlos Mesa y que hoy le han dado la espalda.

“Quiero dirigirme a las familias bolivianas para anunciarles que he tomado la decisión de presentarme como candidata para las elecciones”, sostuvo Áñez ante varios de sus seguidores en La Paz.
La apoya la derecha boliviana
Representará a la alianza Juntos, conformada por su partido, el Movimiento Demócrata Social; y otras toldas de la derecha boliviana como Soberanía y Libertad (Sol.bo), del alcalde de La Paz, Luis Revilla; Todos, del gobernador de la región sureña de Tarija, Adrián Oliva, y Unir, del actual ministro interino de Hidrocarburos, Víctor Hugo Zamora.
Claro está, con este movimiento se divide la oposición a Morales, con Áñez y Camacho disputándose, de momento, el liderazgo, mientras que Carlos Mesa, quien por momentos lideró el golpe de Estado contra el líder indígena, resulta debilitado tras perder ante Áñez los apoyos de Sol.bo y Todos, y un rezagado expresidente Jorge Quiroga que pugnará por un pedazo del pastel pese al escaso empuje.
Ante los medios, la dama asegura que “no estaba en mis planes participar en estas elecciones” pero que las fuerzas políticas “le pidieron considerar” su postulación a la Presidencia “para continuar el trabajo” que ha venido realizado desde noviembre pasado.
Además, justificó que lo hace para evitar la dispersión del voto con candidaturas (como la de Mesa, aunque prefirió no mencionarlo) “que no logran reunir a los bolivianos” y que “me han llevado a tomar esta decisión”.
Añez invoca la libertad antiprogresista
El manido y cacareado valor del anti-progresismo continental, “la libertad”, llevó a Añez a “sacrificarse” por la “defensa de todo lo que hemos reconstruido hasta ahora”, aunque también olvidó hablar de la gran cantidad de fallecidos, heridos y encarcelados que se han reportado luego de su ascenso al poder.
Y como hace algunas semanas, abogó por encontrar un frente común contra el Movimiento al Socialismo de Evo Morales, quien desde Argentina avizora un contundente triunfo para el MAS en los comicios programados para mayo, razón de la angustia de la “interina” y del hecho de que esté llamando a unir fuerzas.
De hecho, le urge, por cuanto todo parece indicar que la candidatura de Luis Arce, quien se desempeñó como ministro de Economía de Morales, se encamina muy positivamente ahora que han logrado su refuerzo con David Choquehuanca como vicepresidente.
FF/VTactual.com