Movimientos feministas argentinos conmemoraron este miércoles los cinco años de historia del grito “Ni una Menos”, que surgió a consecuencia de la impunidad que rodea los casos de femicidios y los actos de violencia extrema contra las mujeres por el hecho de ser féminas, inmersos en el concepto de violencia de género.
Ni el coronavirus, circunstancia que ha elevado los índices de violencia de género, logró parar a las féminas que tomaron las calles de Buenos Aires para nuevamente manifestar la necesidad de detener los asesinatos de mujeres en esa nación austral. “Nuestros derechos y nuestras peleas no entran en cuarentena porque no podemos seguir permitiendo que haya más femicidios en nuestro país y en el mundo”, dijo la vocera nacional del Movimiento Socialista de los Trabajadores, Cele Fierro, citada por EFE.
La Plaza de Mayo, en la capital argentina, fue el escenario donde decenas de damas se concentraron, “con el distanciamiento social necesario”, para hacerse escuchar en nombre del movimiento que ya se extendió por Latinoamérica y el mundo.
Frente a la Catedral Metropolitana, las manifestantes pidieron, con un pañuelazo, el fin de las ayudas económicas públicas a la Iglesia y que esos fondos se destinen a políticas contra la violencia machista, así como también implementar la ley de educación sexual integral.
Mientras eso sucedía en Argentina, país donde se han registrado hasta la fecha 17.402 casos positivos del Covid-19 y 556 muertes, millones destacaban al movimiento feminista por Internet.

Ni una Menos, por qué surge
“Ni una Menos” se movilizó por primera vez el 3 de junio de 2015, tras el asesinato, a manos de su novio, de la adolescente argentina Chiara Paz, que al momento de morir estaba embarazada. Desde esa fecha, Argentina ha lamentado 1.440 femicidios.
La cuarentena sirvió para visibilizar que la única curva que no se aplana es la de la violencia y la opresión que sufren las mujeres, así lo advirtió la secretaria gremial de la Asociación Docente de Enseñanza Media y Superior, Vanesa Gagliardi. Según esa misma organización, se contabilizan 124 feminicidios en lo que va de año en Argentina: uno cada 29 horas.
El distanciamiento obligatorio por Covid-19 comenzó el pasado 20 de marzo en la nación austral, pero medidas más suaves de confinamiento arrancaron el 13 de ese mismo mes, y desde esa fecha se han producido 61 feminicidios en el país, según datos de la organización Mujeres de la Matria Latinoamericana (Mumalá).
En mi provincia, Chubut, el fiscal Fernando Rivarola dictaminó que el caso de la violación en manada en el que una chica fue abusada en grupo fue un caso doloso de "desahogo sexual", ninguno de los imputados caera preso.
UNA VERGÜENZA. pic.twitter.com/MGGrk9GnwJ
— belu❣ (@femmextae) June 3, 2020
Aniversario y otro caso de impunidad
La conmemoración del aniversario de “Ni una Menos” coincidió con la decisión de un juez de la provincia del Chubut, de rebajar la calificación de un crimen de «abuso sexual gravemente ultrajante con acceso carnal agravado por la participación de dos o más personas» a «abuso sexual simple».
La sentencia se refiere a un hecho que implicó la violación sexual colectiva de una menor de edad, el pasado 17 de septiembre de 2012, por parte de cuatro hombres, aunque originalmente eran siete pero la justicia benefició a tres. En definitiva, para el juez los violadores solo ejecutaron un acto de “desahogo sexual”.
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En tiempos de la pandemia del Covid-19, -que vino a sacudir a mundo por las consecuencias que para la humanidad representan-, de reclamos contra el racismo, la explotación, entre otras demandas sociales; las mujeres se hacen sentir también al grito de “Ni una Menos” por el derecho a una vida libre de violencia y de discriminación y contra el femicidio.
SI / VTactual.com
#VTanálisis Los femicidios como espectáculo y el «Efecto Copycat»