A pesar de la insistencia que ha tenido el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), para acabar con el robo de combustible en México, este sábado una toma clandestina dejó 66 fallecidos y decenas de heridos.
El evento ocurrió cuando explotó una toma clandestina de combustible en un ducto de la petrolera estatal mexicana Pemex, en Tuxpan-Tula a la altura del municipio de Tlahuelipan, ubicado a 100 km al norte de Ciudad de México.

El incendio ocurrió en el municipio de Tlahuelipan
Según Pemex, se trataba de una toma clandestina instalada para robar el combustible del ducto, práctica que en México se conoce como «huachicoleo«.
Las autoridades calculan que el huachicoleo le costó al Estado US$3.000 millones el año pasado. La decisión de AMLO de cerrar los ductos para evitar el robo provocó escasez de suministro y colas en numerosas gasolineras del país.

Desde hace dos semanas, una decena de estados del país padecen escasez de gasolinas por un cambio en el modelo de suministro de Pemex, que en muchos casos ahora utiliza camiones cisternas en lugar de ductos como alternativa para evitar el robo de hidrocarburos.
NB