InicioInternacionales¿Al Assad usó armas químicas? Rusia cuestiona y enfrenta a EE.UU.

¿Al Assad usó armas químicas? Rusia cuestiona y enfrenta a EE.UU.

De acuerdo con los datos del “Observatorio Sirio para los Derechos Humanos”-una ONG auspiciada por occidente y con peligroso prontuario- un ataque químico se habría efectuado en Jan Sheijun cegando la vida de al menos 58 personas. Reportes de prensa indican el día de hoy que habría aumentado el número de víctimas mortales al menos a 72 personas, entre ellas 20 niños.

Se ha difundido que este sería el mayor atentado con armas químicas en Siria desde 2013.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el secretario de Estado del país, Rex Tillerson, han atribuido la responsabilidad por el ataque químico al Gobierno de Bashar al Assad. Sin embargo, el Ejército sirio niega rotundamente el uso de materiales químicos o tóxicos en la localidad y responsabiliza del ataque a los grupos terroristas que operan en la zona.

Duelo en el Consejo de Seguridad

Durante una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU convocada este miércoles, Nikki Haley, embajadora estadounidense ante la organización, presentó fotos de supuestas víctimas del ataque y amenazó con la posibilidad de que Estados Unidos tomara acciones militares unilaterales en Siria sin el consentimiento del Consejo de Seguridad de la ONU en el que Rusia conserva y utiliza su poder de veto.

Rusia presentó al Consejo de Seguridad de la ONU su borrador de resolución para investigar el ataque químico en Idlib. El portavoz de la misión diplomática rusa ante Naciones Unidas, Fiodor Stzhozhovski dijo: «Proponemos nuestro proyecto, breve y práctico, encaminado a una investigación real y no a denunciar a loa culpables antes de determinar qué sucedió».

Armas de destrucción masiva reload

La portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, María Zajarova, confirmó que Moscú rechaza cualquier resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que acuse al Gobierno sirio de lanzar un ataque químico en el campo septentrional de Idlib.

“Desafortunadamente y en base a informaciones totalmente falsas, EEUU, Francia y Gran Bretaña han plantado una vez más -no se puede decir de otra manera- en el Consejo de Seguridad de la ONU un proyecto de resolución que tiene un carácter completamente anti-sirio y podría hacer imposibles las conversaciones sobre una solución política a la crisis”, dijo la funcionaria a la Agencia RIA Novosti.

Zajarova comparó la situación en torno a Siria con las acusaciones de EE.UU. sobre las «armas químicas» de Saddam Hussein, que sirvieron como base para invadir Irak y que resultaron ser una gran mentira difundida por altos funcionarios estadounidenses.

Las afirmaciones actuales son el «tubo de Colin Powell número 2», explicó, haciendo referencia a un tubo con polvo blanco que mostró el entonces secretario de Estado norteamericano para demostrar que Bagdad tenía armas de destrucción masiva.

Zajarova puso en tela de juicio cualquier información proveniente de los Cascos Blancos (vinculados al Frente Al Nusra) o el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos.

El pecado de fingir demencia

El viceministro de Relaciones Exteriores y Expatriados, FaIsal Mikdad, ha subrayado que hace unas semanas el gobierno sirio proporcionó a la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) y al propio Consejo de Seguridad de la ONU información sobre el transporte de sustancias tóxicas a Siria por parte de la organización terrorista Al Nusra y dijo que Siria se opone a la utilización de armas químicas por cualquier persona, en cualquier lugar y bajo cualquier circunstancia.

La aviación siria realizó un ataque aéreo contra un almacén de los terroristas donde se fabricaban municiones químicas para usar en Siria e Irak, afirmó el representante del Ministerio de Defensa ruso, Ígor Konashénkov.

«El 4 de abril entre las 11:30 y 12:30 los aviones sirios atacaron un grupo de vehículos blindados y un almacén de los terroristas, ubicados en las afueras de la ciudad de Jan Sheijun», precisó Konashénkov citando los datos de los radares rusos. «Esta misma fábrica suministraba armas químicas para los extremistas en Irak. El uso de estos proyectiles ha sido confirmado tanto por las organizaciones internacionales como por las autoridades (iraquíes)», explicó.

Los videos del ataque químico en Idlib dan muestra de que las víctimas padecen síntomas similares a los de Alepo.

Esas mismas municiones fueron utilizadas en Alepo en otoño del año pasado. Los especialistas rusos entregaron los datos sobre el uso de varias sustancias químicas por los radicales a la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ).

Ataques ¿intencionales?

Robert Inlakesh, investigador y analista político de Sydney, Australia, dijo el miércoles a la Agencia Press TV que los llamados “militantes moderados”-que gozan del apoyo de los gobiernos occidentales- ponen en escena dramas como la matanza de civiles en la ciudad de Khan Sheikhoun, en la provincia de Idlib, para encubrir su crímenes contra el pueblo sirio inocente.

«Bueno, este tipo de cosas suceden, las acusaciones salen cada vez que empiezan a perder una batalla», dijo, agregando que los militantes, que tienen un récord de matar a los cristianos en Hama en los últimos años, ahora culpan a la Gobierno por la muerte de unas 60 personas en el ataque químico del martes en Khan Sheikhoun, que se encuentra cerca de Hama.

Al mismo tiempo, es conocido que los terroristas también cuentan con armamento químico en Irak y, sin embargo, las grandes potencias se hacen de la vista gorda. Por otra parte, el Reino Saudí está utilizando armas de neutrones en Yemen y la comunidad internacional guarda silencio.

Siria sido agredida por una guerra importada en la que se inocularon células terroristas y paramilitares extranjeros, desde marzo de 2011, patrocinados por Estados Unidos, Francia, Reino Unidos, Arabia Saudita, Turquía y Qatar. El enviado Especial de Naciones Unidas para Siria, Staffan de Mistura, estima que más de 400.000 personas han muerto en el conflicto. La ONU detuvo su recuento oficial de víctimas, alegando «incapacidad» para verificar las cifras que recibe de diversas fuentes. Mientras tanto, los inocentes siguen muriendo.

LC

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