La noche de este martes 21 de marzo, se reportan hechos violentos y de amedrentamiento en la primera panadería tomada por el poder popular en la ciudad de Caracas.
Miembros de organizaciones sociales presentes en el local informaron que al caer la noche, personas de las adyacencias de la avenida Baralt (centro), donde está ubicada la panadería comunitaria La Minka, cumplieron con amenazas que venían haciendo desde hace un par de días.
José Enrique Solórzano, mejor conocido como Yoda, relacionó este ataque con las organizaciones políticas de derecha Primero Justicia y Voluntad Popular, que habrían estado financiando estas acciones junto con comerciantes del sector, en represalia por la recuperación de un local que actuaba al margen de la ley.
«No nos hemos dejado, hemos estado frente a la panadería resistiendo», dijo Yoda citado por el portal laculturanuestra.com.
La panadería comunitaria La Minka surgió la semana pasada en una primera ola de tomas de panaderías en la capital venezolana, como consecuencia de que estas no cumplían con la Ley de Precios Justos, entre otras irregularidades.
El espacio que ahora es La Minka pertenecía a un ciudadano de procedencia portuguesa, que ha catalogado a los nuevos trabajadores como «malandros». Sin embargo, durante la inspección de la semana pasada se pudo conocer que Maison Bakery (su nombre anterior) revendía la harina que el Estado subsidiaba, en lugar de producir el pan que requería la población cercana.
Igualmente, se demostró que el agua con la que preparaban café se almacenaba en una olla con sarro, además de la presencia de insectos en la cocina.
Durante el primer fin de semana tras la toma, los colectivos, Claps y consejos comunales que hoy operan la panadería convocaron una jornada de limpieza, tras «el desastre» dejado por los dueños.
En los dos primeros días, ya habían logrado duplicar la producción de panes regulados (canilla), de los 600 a los 1.600.
Cabe destacar que el establecimiento se encuentra en una zona muy cercana al palacio de Miraflores, por lo que acciones violentas como esta resultan de un riesgo mucho más alto.
La Superintendencia para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos (Sundde) desmintió recientemente la tesis de las expropiaciones a estos locales comerciales, al informar que se trata de tomas temporales de 90 días.
Todo esto ocurre en un contexto en el que a las colas en supermercados por los productos básicos regulados por el Estado, se suman las panaderías que han dejado de producir masivamente los panes de menor precio, a pesar de que las autoridades garantizan la importación de la materia prima, que no se da en tierras venezolanas. Aún así, el pan constituye una parte importante de la dieta venezolana.
JI