Ingmar Bergman es uno de esos artistas diferentes, únicos, que no se repiten porque sencillamente son fuera de serie. Es posible que destacara, no solo por su genialidad, sino por las vivencias de su infancia, que de por vida le dieron insumos para crear contenidos muy intensos sobre la vida, la muerte, el amor, la religión, el suicidio, la violencia, los sentimientos y la metafísica.
Este guionista y director de teatro y cine sueco fue criado por su padre Erik Bergman, un pastor luterano, cuya enseñanza siempre estuvo signada por los conceptos del cristianismo: pecado, confesión, castigo, perdón y misericordia. Los castigos y las reprimendas eran muy comunes, por lo que no es de extrañar que las películas de Bergman siempre reflejaran de alguna manera esas relaciones violentas propias de su infancia y juventud. Tampoco es raro que cuestionara la religión, o que buscara su propia concepción sobre Dios.
Su amor por el teatro también estuvo presente a lo largo de su creación cinematográfica, fue su válvula de escape ante tanto trauma. Bergman llegó a confesar que logró salir adelante en ese porque creó un personaje mentiroso que poco tenía que ver con su propio yo. “En ocasiones he tenido que consolarme diciéndome que el que ha vivido en el engaño ama la verdad”, escribió en Linterna mágica, sus memorias publicadas en 1987. Por eso, en el marco del 100° aniversario de su natalicio, VTActual.com trae una lista de 7 de las obras más memorables, significativas y alabadas de este gran director del siglo XX.
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Fresas salvajes (1957)
Isak Borg (interpretado por Victor Sjöstrom, con el que tuvo grandes discusiones al inicio del rodaje) es un famoso médico que se entera que será nombrado Doctor Honoris Causa en la Catedral de Lund. Esa noche sufre un sueño premonitorio en el que presencia el choque de un carro fúnebre del que cae un ataúd con su propio cuerpo. El film trata sobre la vida, la muerte, la vejez y otros asuntos propios de la psique humana a través de recuerdos y flashbacks del protagonista.
https://youtu.be/bSc9oBCWg8A
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El séptimo sello (1957)
Un caballero de la Edad Media regresa de las cruzadas a su pueblo natal, al cual encuentra en medio de la peste y la ignorancia. Bergman mezcla lo onírico con lo poético al situar al guerrero frente a las olas de una playa donde reta a la Muerte a un juego de ajedrez. Mientras se desarrolla la trama, el director discurre sobre temas metafísicos como el final de la vida, qué le sigue y sobre la existencia de Dios. Está considerada una de las mejores películas de Bergman por su profundo contenido filosófico-teológico.
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El manantial de la doncella (1960)
Bergman recrea en el cine una leyenda medieval del siglo XIV en la que un padre venga la muerte y violación de su hija a manos de tres pastores de cabras. La escena fue construida con mucha frialdad y crudeza con el fin de exponer la inverosimilitud de la vida misma, signada al mismo tiempo por el amor y la crueldad. También se pone de manifiesto la confrontación de la dualidad del paganismo y el cristianismo. Esta obra le valió al director sueco el Óscar a mejor película extranjera.
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Persona (1966)
La historia gira en torno a la relación de una actriz que se queda sin voz y una enfermera que la cuida que habla en exceso. Ambas se trasladan a una casa en la playa como parte de la terapia y es allí donde empieza a fortalecerse una relación de dependencia y tensión sexual. A lo largo del film, Bergman juega con imágenes y texturas enigmáticas, y a la vez hermosas. Para ciertos críticos no es un film fácil de digerir por su experimentación narrativa pero todos coinciden en que es una obra maestra de todos los tiempos.
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Gritos y susurros (1972)
Tres hermanas se reúnen en la mansión familiar ante la inminente muerte de una de ellas, tema sobre el cual gira el argumento de la película. Es una de las obras más “coloridas” de Bergman, ya que escribió el guion luego de un sueño que se desarrollaba en una habitación roja carmesí. Fue gratamente recibida por el público y la crítica, lo que le valió la nominación a cinco Óscar -mejor película, guion, dirección y diseño de vestuario-, ganando el de mejor dirección de fotografía, para el maestro Sven Nykvist.
https://youtu.be/6Pw7FYex5pQ
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Sonata de otoño (1978)
Un intenso drama familiar se desata luego de que una pianista de fama mundial se reúne con su hija, a quien no veía desde hacía 7 años para dedicarse a su carrera musical. Probablemente inspirado en sus propias vivencias personales, Bergman explora el conflicto entre familia y éxito, tradicionalismo y modernismo, así como el amor y el odio. La magistral actuación de Ingrid Bergman le valió la nominación al Oscar por su papel en esta pieza maestra.
https://youtu.be/4PrkCg8wbnk
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Fanny y Alexander (1982)
Está considerada como la obra cumbre de su filmografía y la obtención de cuatro Óscar así parece certificarlo. La historia trata sobre dos niños que felizmente radicados en Upsala, ciudad natal de Bergman, en medio de una familia que vive del teatro, hasta que el padre muere de forma inesperada. Tras este acontecimiento, un severo e inflexivo obispo que pregona la disciplina y la austeridad llega al hogar como pareja de la madre, lo cual supone el inicio de un infierno para los niños. Este drama psicológico fue rodado como serie para la televisión y luego se editó una versión más corta para el cine, que fue la que ganó numerosos premios.
https://youtu.be/Y-DHMqICNkU
JA