El Brexit se ha convertido en un generador de visitas guiadas o no a Londres, produciendo solo este verano una ocupación hotelera de más del 80 por ciento de reservas directas. Los europeos – y otros que quisieran serlo – han visitado la ciudad con la excusa pronto pudieran no ir con pasaporte europeo. Ha habido un repunte tan importante en términos de cifras flacas (como se le dice al turismo de ofertas y promociones) que han se proyectado para el verano del 2019 un incremento en todos los conceptos promocionales de un 320%, aun cuando todo dependerá de lo que suceda en Bruselas la próxima primavera. No obstante Londres tiene y seguirá teniendo razones para amarla u odiarla, es por ello que VTactual.com te da la posibilidad de ver esa ciudad de formas distintas.
Casi se puede ver. Aun cuando no es el Gran Hedor de 1858 (y además es realmente imposible comparar) el Támesis sigue siendo un dolor de cabeza para esa ciudad, debido a que las olas de calor hacen que los ductos revivan los tiempos en que nadie podía dormir en el edificio de la cámara de los comunes. Algunas alcantarillas se han sellado pero los hoteles u hostales cercanos a la vieja estructura han tenido que cancelar reservas. No obstante el Támesis es navegable y el crucero desde Westminster Pier hasta el viejo puerto de entrada a la ciudad es un lujo digno.
Un almuerzo tradicional de turista (hamburguesa, papas y soda) fuera de una franquicia ronda en las 10 libras, y una botella de litro y medio de agua mineral puede conseguirse en hasta 10 libras si esta fría. Es decir, esta descompensado. No hay una referencia clara cuando vas de visita. Si bien es cierto que te vas a conseguir restaurantes de renombre mundial como el NOBU que tiene hasta su propio hotel, también es cierto que la comida de la ciudad no es la mejor, pero básicamente por su valor nominal. Lleva mucho dinero o antes de comenzar a caminar por la ciudad o has tus compras en un supermercado (que hay muchos y muy buenos) para que puedas administrar las libras que llevas pensado para alimentar.
Si le gusta el humor inteligente con una dosis de sátira, ironía y maldad entonces Londres te hará sentir como pez en el agua. Los londinenses son súbditos de la Reyna Isabel II que tiene muchos años diciéndoles lo que deben hacer, ya por allí les crea fatiga que deban poner buena cara a los turistas. A eso se le suma que tienen una de las ciudades más avanzadas tecnológicamente, más limpias del mundo, más eficaces en términos de burocracia y servicios públicos, con un nivel de analfabetismo que no supera el 0,1 por ciento; en otras palabras, no la quieren compartir con nadie. Si usted ha escuchado que los parisinos son pedantes, los londinenses fueron quienes le dieron clases.
Si usted le tiene miedo a los aviones entonces planifique su viaje a Londres en barco o en su defecto, nadando. El aeropuerto de Heathrow es explícitamente una experiencia aterradora básicamente porque su pista es del tamaño de una casi una cancha de futbol. Entonces despegar o salir de allí se hace en círculos concéntricos, por lo que usted mira por la ventanilla otros aviones despegar o aterrizar al mismo tiempo que el donde va usted, y si tranca la ventanilla igual los va a sentir en su cabeza o sus pies. En sí mismo es una experiencia muy intensa, no obstante más desagradable es la tarifa mínima de los taxis que está en 18 libras y que a pesar existen dos aeropuertos cercanos a la ciudad que son más benevolentes (Luton y Gatwick) no todas las líneas aéreas los ofrecen.
Aun cuando la palabra TOUR es cuña francesa quienes en realidad los popularizaron son los nacidos en la ciudad de Picadil Circus; la historia rápida cuenta que en las mañanas luego de la juerga los destartalados autobuses llevaban a las barracas fuera de la ciudad a los andrajosos, a los borrachos y a los obreros.
Picadil Circus servía como terminal y los dichosos buses rojos por toda la ciudad iban contando que pasaba y que no. A la vuelta de la segunda guerra mundial se llegó a popularizar tanto como hoy en día donde esta práctica multiplica a grupos de turistas (iguales a usted) metiéndose en el medio de cualquier fotografía que usted quiera hacer. Hay tantos tours en esa ciudad como estilos de ropa, comida, música, vicios y pare usted de contar. Todo es un tour.
Los ingleses en especial los londinenses han robado todo lo que han podido a las culturas con más fuerza en la historia. Otomanes, babilónicos, egipcios, griegos, mongoles, rusos e incluso chinos. Por eso se han asociado a los franceses (otros ladrones del mismo pozo) para levantar la red de museos y galerías más opulentas del globo terráqueo. No obstante también hay mucha mierda en el camino, y puedes caer en las trampas de museos de cera o en atracciones temáticas. Cuidado que todas las entradas son caras, aun cuando los domingos en la mañana son gratis todos.
Tienen tantos festivales durante la primavera y el verano como los que hay en otoño a invierno, la diferencia es que los primeros los hacen al aire libre y los segundos en cualquier lugar que puedan meter a muchos con los mismos gustos. Hay tantos que pueden perderse el mejor viendo el mejor. Un buen amigo me dijo una vez que Londres debería cambiar su nombre por Festiland. Hare una lista en esta lista de los que a mí me gustan más para y como aperitivo de la investigación que usted haga el día que decida ir o regresar.
- En Victoria Park, lo mejor del soul, blues, funk, electrónica y pop. Julio.
- En el Covent Garden, lo mejor de la música asociada a los sellos norteamericanos. Agosto.
- En el Hyde Park, fue el pionero de colocar varias tarimas al mismo tiempo, tienen incluso música académica y jazz. Junio.
- En Finsbury Park, se especializa en electrónica y dance. Junio.
- Pride in London. En Trafalgar Square, es la versión inglesa del Love Parade de Alemania. Junio.
- Glastonbury Fest. Aun cuando no es propiamente dentro de Londres, la ciudad alberga a más del 70 por ciento de quienes compran el ticket de entrada. Es el festival que imitaron los norteamericanos a la hora de hacer Woodstock; algunos artistas confirmados para el 2019 son Radiohead, Ed Sheeran y Foo Fighters.
- Big Weekend of BBC Radio. Es un festival que cambia de locación cada año dentro de la ciudad y por lo general tiene 4 sedes en ultramar (Londres, Sidney, Dublin y Johanesburgo). Julio y agosto, durante todos sus fines de semana.
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