Las modas que matan siempre encuentran víctimas que fácilmente corren a sus brazos. El caso del vapeo o cigarrillos electrónicos, sigue cobrando víctimas mortales que, en su inocencia o su falta de precaución, consumen este producto sin conocer las consecuencias reales de ello. Un balance del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, del pasado 20 de noviembre, calcula 47 nuevas muertes por efecto del vapeo.
«Fueron confirmadas 47 muertes en 25 estados y en el Distrito de Columbia«, sentencia el comunicado del centro, que aunque refiere que se desconoce la causa de muerte, da por cierto que todos los casos tienen como patrón común el uso de vapeadores o cigarrillos electrónicos.
Para finales de octubre, según refiere el portal Sputnik Mundo, se contabilizaron otras 37 muertes por razones similares en el mismo país, al tiempo que las autoridades sanitarias alertaron sobre un peligroso repunte de las enfermedades graves en las vías respiratorias por la práctica del vapeo.
La industria detrás del vicio
Lo primero que salta a la vista de este vicio relativamente nuevo, es que se salta olímpicamente todas las regulaciones existentes para el consumo del tabaco, sus derivados o sustancias similares de ingesta por vía aspiratoria. La industria de los vaporizadores está en revisión en varios países por la presunción de que son los aceites que venden los que producen enfermedades respiratorias. Ellos se defienden alegando que no son responsables por las sustancias prohibidas que algunos consumidores colocan en sus cigarrillos electrónicos.
En Estados Unidos el presidente #DonaldTrump amenazó con prohibir la venta de estos productos en todo el país. El estado de Nueva York tomó la delantera y ya prohibió la venta de vaporizadores saborizados y se espera que muy pronto otros estados se sumen a la decisión.
RB
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