Frente a las reiteradas amenazas por parte del Gobierno estadounidense, Turquía ha decidido potenciar sus capacidades defensivas con la compra de sistemas de misiles S-400 a Rusia.
“Turquía enfrenta la amenaza de misiles y ataques por aire. Es algo muy normal que deseemos desarrollar nuestro sistema antiaéreo y antimisiles para afrontarla. Es una cuestión de soberanía, independencia, seguridad y defensa”, indicó este martes el ministro turco de Defensa, Hulusi Akar.

Es importante hacer referencia a las crecientes alianzas que se ha venido forjando el gobierno ruso con otros países del mundo en los últimos años, lo que ha contribuido al desplazamiento del mercado estadounidense.
A su vez, Hulusi Akar denunció la osadía de la Casa Blanca, al oponerse abiertamente a los negocios armamentísticos de Ankara, por lo que rechazó las amenazas de Washington contra Turquía, al adquirir los aviones de combate F-35.

Por su parte, EEUU ha dejado claro que los S-400 constituyen una amenaza para las capacidades tecnológicas de su ejército, por lo que advirtió que si Turquía continúa con sus negocios con Rusia, impondría sanciones sobre Ankara.
YR