A pesar de las múltiples críticas en el mundo contra Donald Trump por la decisión de mover de Tel Avid a Jerusalén la embajada de Estados Unidos (EE. UU), Guatemala, Honduras y Paraguay, secundaron la acción y reinstalarán también sus sedes diplomáticas allí.
La decisión de Guatemala había sido anunciada por el propio presidente, Jimmy Morales, quien asistió a la inauguración de la embajada estadounidense en Jerusalén y calificó el hecho como una «valiente decisión».
Históricamente este país siempre ha aplaudido las decisiones de Washington en lo que respecta a Israel: De hecho, el país centroamericano fue el segundo de todo el mundo -siempre detrás de EE. UU- en reconocer la existencia de un “Estado judío” en territorio en Palestina, el 14 de mayo de 1948.
También el presidente de Paraguay, Horacio Cartes, anunció la mudanza de la embajada de su país a la “nueva” capital israelí y su visita para la inauguración.
Cabe destacar que el Partido Colorado al que pertenecen Cartes y el futuro presidente Abdo Benítez, tiene una alianza histórica con EE. UU y fue uno de los países que se abstuvo de condenar la decisión de la Casa Blanca en la Asamblea de Naciones Unidas.
Sin embargo, Benítez dijo que se replantea el traslado «tenemos que ver si es una decisión de hecho o una decisión tomada, dijo el presidente electo.
Finalmente, Honduras también tendrá su sede diplomática en tierra santa.
El presidente Juan Orlando Hernández no solo apoyó en la ONU la decisión de Trump sino que ya en diciembre pasado había anunciado su intención de cambiar la embajada.
«Al menos media docena de países discuten seriamente seguir el ejemplo de Estados Unidos», dijo el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, aunque no los identificó.
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