Lo que años atrás parecía descabellado, como salido de un libro de ciencia ficción, hoy en día es una realidad que se construye de espaldas al mundo. Un selecto grupo de personas, pertenecientes a la élite global, trabajan arduamente en afianzar las bases de un proyecto transhumanista que eleve al ser humano a su máximo potencial, aunque eso signifique perder por completo su esencia y naturaleza.
“El humano perfecto”
El transhumanismo es una corriente intelectual y científica que sostiene la posibilidad de mejorar todas las capacidades físicas, mentales y emocionales del ser humano mediante la aplicación de nuevas tecnologías, con el único fin de eliminar las desventajas o padecimientos propios de la existencia humana como las enfermedades, el envejecimiento y la muerte.
Algunos teóricos señalan como objetivo principal del transhumanismo la necesidad urgente de avanzar hacia el siguiente nivel de la condición humana en la tierra: personas más inteligentes, más sanas y resistentes es la promesa del mañana. Suena alentador imaginar un futuro sin limitaciones, no obstante, es válido preguntarse bajo qué argumentos morales y éticos trabajan las grandes corporaciones tecnológicas en ello.
El escenario
La Cumbre Mundial del Gobierno 2017, celebrada en Dubai, fue el escenario donde varios líderes mundiales asociados a la política, economía y medios de comunicación, discutieron sobre temas afines al futuro, la tecnología e innovación, siendo la inteligencia artificial uno de los puntos más resaltados y aplaudidos de la jornada.
Dentro de las intervenciones destaca el testimonio de Elon Musk, empresario de la tecnología y ejecutivo de Tesla, quien pronosticó que “más adelante en el tiempo veríamos una fusión de la inteligencia biológica y la inteligencia digital”, refiriéndose especialmente al cerebro humano y la velocidad para conectarse a este nuevo “cerebro digital” que guiará a la sociedad en el futuro.
De movimiento intelectual a perversión tecnológica
Sobre las declaraciones de Musk, el futurólogo británico Ian Pearson, advirtió que ante el avance inminente de la tecnología “hay que estar preparados”. Según Pearson, el impacto de la inteligencia artificial en el ámbito laboral es uno de los temas que más preocupan a los miembros de la Cumbre. El temor a “ser reemplazados” no pasa desapercibido.
Sin embargo, Alex Jones, periodista y productor de radio estadounidense, se atreve a ir un poco más allá al señalar que las potencias mundiales ya se encuentran trabajando en un plan para hackear el cerebro y hacer de él una máquina manipulable, sujeta a la voluntad de quienes nos gobiernan.
Entre tanto, Jones asegura que el tema de la transhumanización se discute bajo la fachada de conferencias internacionales ante la mirada “anestesiada” de una sociedad a la que no se le dará la oportunidad de resistirse al cambio.
Paola Pertuz/VTactual.com
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