Cualquier ataque, por pequeño que sea a un sistema de tranpsorte en estados Unidos o Europa, es considerado como terrorismo y despierta de inmediato la solidaridad mundial, con toda razón. Pero si ocurre en Venezuela, los medios y voceros políticos lo minimizan y hasta califican como un acto de la lucha por la libertad.
En ese contexto bien se puede ubicar lo ocurrido con uno de los sistemas de transporte más modernos del país suramericano, se trata del Trolebús estado Mérida, ubicado en la zona de Los Andes.
Es un sistema de transporte eléctrico que no genera contaminación ambiental y atraviesa la ciudad. Cuenta con sistema de paradas, señalización e información, sistema de semáforos vehicular y peatonal, suministro eléctrico y telecomunicaciones, además funciona como medio de transporte turístico, ya que el diseño de los autobuses con ventanas panorámicas permite la visualización de los diferentes atractivos naturales durante el recorrido.
Este novedoso sistema que ha traído grandes soluciones en materia de transporte público a esta localidad, fue uno de los más atacados durante casi cuatro meses de protesta violenta por parte de la derecha venezolana. Según sus autoridades, los daños ascienden a la suma de 20 mil millones de bolívares.
El Gerente General de la estatal de transporte, Edward Rojas indicó que 43 unidades de la flota de Tromerca presentaron daños en su carrocería y vidrios, producto de los objetos lanzados durante los hechos de violencia, por lo que, 24 de ellas no están incorporadas actualmente en la operación.
Además, el sistema de alimentación eléctrica fue destruido en su totalidad, con daños en cuatro de sus seis puestos de rectificación de energía, los cuales fueron saqueados sus componentes electrónicos además del cableado y, finalmente, incendiados en su interior.
De igual forma se conoció que casi la totalidad de las 25 estaciones presentan daños en puertas, vidrios, taquillas y cableado, además del saqueo de las piezas sanitarias y las barandas que sirven de protección al canal del Trolebús fueron violentadas y utilizadas como barricadas, para impedir el libre tránsito de los ciudadanos.
Estos ataques violentos no estuvieron en las primeras páginas de los diarios en el mundo, ni generaron grandes titulares, porque la intención, era resaltar que el Gobierno de Maduro reprimía a supuestos manifestantes pacíficos.
JS
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