El carguero danés ‘Alexander Maersk’ desembarcó a 108 personas en el puerto italiano de Pozzallo (Sicilia), luego de esperar durante seis días el permiso de las autoridades italianas para dejar a este grupo que rescató en el Mediterráneo.
El representante de Maersk, Palle Laursen elogió el trabajo heroico de la tripulación y agregó que la compañía se siente muy orgullosa de la actuación de su barco, que cambió su ruta para rescatar al centenar de personas frente a las costas de Libia.
Por su parte, a nave Lifeline, quien lleva a bordo 239 inmigrantes a bordo, llevaba días esperando autorización para poder desembarcar a estas personas en un puerto, no corrió con la misma suerte. Uno de los migrantes tuvo que ser evacuado por motivos médicos.
Cabe destacar, que la ley del mar reza que los rescatados deben ser desembarcados en el puerto seguro más cercano en cuanto sea posible, tal y como insisten las ONG.
El Alexander Maersk y el Lifeline se han visto directamente afectados por la política de puertos cerrados dictada por el ministro del Interior, Matteo Salvini, líder de la Liga al poco de asumir el cargo.
Dichas políticas volvieron a afectar a la nave Aquarius, ya que dicho barco hacia un rutinario reabastecimiento y relevo de la tripulación Catania (Sicilia), y tocó las puertas de La Veleta (Malta) y sus autoridades negaron el permiso.
El Open Arms sigue en la zona de rescates frente a Libia mientras el Aquarius ha puesto rumbo norte para hacer un relevo.
MT
