Aunque se trata de uno los programas de más audiencia en la televisión española, el reality show Gran Hermano, emitido en una cadena privada, no escapa de duras polémicas y encuentros con las autoridades.
Esta vez, pudo rozar el delito luego que sus productores, en aras del rating, no actuaron frente a la posible violación de una concursante, lo que ha provocado el escándalo y la retirada de anunciantes en tiempos de campañas como MeToo y denuncias contra abusos sexuales entre la “clase artística” internacional.
Así las cosas, trascendió un video que mostraba a una joven a la que, durante una fiesta preparada por los hacedores del show, bebió tanto alcohol que no recordaba la agresión, posteriormente, los conductores del programa muestran a la víctima las imágenes para observar su reacción y generar audiencia con ello.
A la telerealidad se le escapan los billetes
Los hechos ocurrieron en 2017, y la cadena de televisión Telecinco, que transmitió el programa, debió denunciar a la productora Zeppelin, lo que produjo que más de cuarenta marcas, entre ellas Telefónica, BBVA o Lotus, anunciaran el retiro de sus respectivas pautas publicitarias.
La mencionada productora llegó a afirmar, a través de un comunicado, que en el momento de los hechos «presentó de forma inmediata la denuncia, expulsó al presunto agresor del concurso» y retiró a la chica de la casa y la trasladó a un hotel, «acompañada de psicólogos independientes y familiares».
No impidió el abuso
Sin embargo, expertas juristas explicaron que grabar una violación o presenciarla y no intentar interrumpir el delito ni auxiliar a la víctima en el mismo momento del hecho, como presuntamente ocurrió, es omisión del deber de socorro y está penado.
Y aunque haya llevado el caso a la justicia, resulta que éste no es el primer escándalo que vive la cadena Telecinco, pues su propietario, el grupo Mediaset, acumuló nada más en 2018 más del 60,4% de las reclamaciones por contenido inapropiado para niños ante la Comisión pública española encargada de los medios. De ese número, el programa «Gran Hermano» lideró las quejas por contenido inapropiado.
FF