El té rojo posee un delicioso sabor y ofrece grandes beneficios para la salud, gracias a lo cual se ha ganado una inmensa popularidad en todo el mundo. Conoce cómo funciona y por qué es bueno que comiences a tomarlo.
El té rojo se ha convertido en uno de los tipos de té más populares y consumidos a nivel mundial. Esto es debido, principalmente, a las innumerables cualidades y propiedades para la salud que ofrece y por las que muchos lo utilizan como recurso complementario para el tratamiento de diversas afecciones.
Origen y cultivo del té rojo
La historia del té rojo, también conocido como pu-erh, se remonta a miles de años atrás en la región china de Pu-erh (de ahí su nombre), en la provincia Yunnan, donde se comenzó a cultivar hasta convertirse en pilar fundamental de la cultura china. En esta zona montañosa se daban las condiciones perfectas para el proceso de plantación y fermentación de esta legendaria planta.
Los suelos ricos y altitudes elevadas hacen que la provincia de Yunnan sea el lugar perfecto para darle al té pu-erh la calidad excepcional que lo caracteriza. No solo eso, la región también cuenta con un largo historial de cultivo y producción de té, que ha sido la gran base de conocimientos y experiencia que sustentan las correspondientes técnicas de procesamiento.
Desde su origen, el té rojo se ha elaborado a partir de derivados de las hojas de camellia sinensis, árbol natural del suroeste de China, que son sometidas a un proceso de fermentación que puede durar desde unos pocos meses hasta varios años. Durante este tiempo, las hojas desarrollan su sabor único y el color cobrizo que caracteriza este té.
El proceso de fermentación es esencial en el cultivo del té rojo, pues gracias a este el té obtiene su sabor y todas las propiedades beneficiosas que se pueden utilizar a favor del mantenimiento de una buena salud.
Beneficios para la salud del té rojo
Si bien gran parte de la popularidad de este té se debe a su exquisito sabor, también es importante recalcar todos los beneficios que aporta al organismo.
La principal razón por la que muchas personas deciden empezar a tomar té rojo es por sus cualidades adelgazantes, es decir, ayuda a perder peso. Y es que los compuestos presentes en el té rojo estimulan la descomposición de grasas, lo que a su vez contribuye a la disminución de células adiposas; por eso, es tan incluido en muchas dietas.
No solo eso, sino que también posee la capacidad de aliviar la indigestión, lo que lo convierte en una gran opción para mejorar la salud digestiva e intestinal.
Igualmente, algunos estudios han sugerido que consumir té rojo favorece la reducción de colesterol en la sangre, gracias a los altos niveles de antioxidantes presentes en él. Debido a esto, el té pu-erh ayuda mucho a disminuir el riesgo de enfermedades cardíacas.
Los antioxidantes también causan otros efectos positivos, como el cuidado de la salud del corazón y del sistema cardiovascular, así como el fortalecimiento del sistema inmunológico.
Otro beneficio relevante es el hecho de que evita la retención de líquidos debido a sus propiedades diuréticas y desintoxicantes, lo que a su vez favorece la eliminación de toxinas.
El té rojo también posee un efecto calmante y relajante que mejora el estado de ánimo y la concentración de las personas que lo beben. Esto es debido a la presencia de la teanina en el té, que es el aminoácido que le otorga estos efectos.
Si bien este té posee muchas propiedades, también hay que tener en cuenta que esta bebida puede tener efectos adversos como hipertensión o taquicardia debido a la cafeína y a la teína, por lo que no es recomendable para personas que sufran de problemas de anemia, tensión o embarazadas.
También es importante saber que estos beneficios pueden llegar a variar de persona a persona y jamás van a reemplazar un tratamiento médico profesional. Lo recomendable es beberlo diariamente, como suplemento alimenticio que complementa una dieta balanceada y los posibles tratamientos médicos que se cumplan.