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¿Por qué merece mucho la pena el consumo de miel en la dieta?

La miel es uno de los productos que nos regala la naturaleza más consumidos del mundo por su delicioso sabor dulce que bien sirve para sustituir a la azúcar refinada. Tiene una composición interesante, ya que cada uno de los elementos representa un aspecto positivo para la salud, en la mayoría de los casos. El asunto está en que la miel es variable en su calidad según el tipo de flor de la que provenga.

Para los seres humanos, el consumo de productos naturales ha estado en su esencia desde siempre. Posterior a la revolución industrial es que avanzó de manera más acelerada el procesamiento de los mismos para obtener otros productos de más fácil consumo, pero que tienden a reducir el valor nutricional que traiga consigo la materia prima.

El caso es que la miel no escapa a esta realidad y hoy la podemos encontrar formando parte de cientos de productos de distintas categorías, como cremas corporales, galletas, cereales, entre muchos otros. No cabe dudas que la mejor forma de consumirla es al natural porque así es que es posible disfrutar de todos las propiedades de la miel abeja.

Composición química de la miel

El primer aspecto que hace falta valorar de la miel de abeja es su composición química, ya que esto es determinante para saber qué beneficios puede aportar a la salud en general. En ella encontramos:

  • Azúcares: tiene presencia de glucosa que es una de las fuentes de energía más importantes del cuerpo) y fructosa que ayuda también a la energía, pero no de forma inmediata como la glucosa.
  • Agua: es el segundo elemento principal presente y el estimado alcanza hasta un 20% de su composición.
  • Vitaminas: dispone de una gran variedad de vitaminas que están presentes en pequeñas cantidades, como la B2, B3 y B5 de la familia de las B y vitamina C.
  • Minerales: en este grupo se cuentan los minerales que también dicen presente en su composición como el zinc, el calcio, el magnesio, el hierro, el fósforo y el potasio.
  • Antioxidantes: son parte de los favoritos porque tienen un papel protagonista en la protección de las células. Hay polifenoles y flavonoides.
  • Enzimas: las enzimas son muy numerosas y dentro de la miel se encuentra la conocida como glucosa oxidasa, que ayuda a producir peróxido de hidrógeno en el cuerpo, el cual es útil para combatir bacterias.

Beneficios nutricionales de la miel

Con todo lo anterior, no quedan dudas que la miel es un importante elemento para incluir dentro de la dieta diaria. Es ideal para acompañar ciertas comidas principales y también para suplantar el consumo de azúcar refinada. Sus beneficios principales son:

  • Aporta energía instantánea: con los dos azúcares que mencionamos anteriormente, el cuerpo obtiene tanto energía inmediata como energía progresiva, lo que permite estar más activos durante el día, de allí que sea tan utilizada en los desayunos.
  • Adición de vitaminas y minerales: es una fuente de vitaminas y minerales que, aunque no alcanza los niveles de otros alimentos como las frutas o vegetales, sí que genera una contribución a la ingesta diaria recomendada.
  • Suministro de antioxidantes: es un aliado para combatir la oxidación que se produce con motivo del estrés y, por ende, reducir en buena medida la aparición de enfermedades crónicas.
  • Propiedades antibacterianas: gracias a las sustancias, como las enzimas, el cuerpo tiene más facilidad para producir lo que necesita a la hora de combatir el ataque de bacterias.

Además de los beneficios anteriores, merece la pena señalar que la miel es un bálsamo para la garganta irritada y para combatir la tos, de allí que se utilice con tanta frecuencia en la composición de medicamentos orientados a aliviar estos síntomas.

No cabe dudas que incluir a la miel dentro de la dieta diaria es beneficioso, sobre todo porque implica la reducción en el consumo de azúcar refinada que tanto mal le hace al cuerpo.

 

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