Probablemente, al mencionar la Skid Row, lo primero que venga a la mente sea la banda de rock ochentera y no un barrio estadounidense con miles de personas viviendo en las calles. Sobre todo, porque una de las especialidades de la industria cultural gringa es la de “limpiar” su propia imagen. Así, la ciudad de Los Angeles, en California, se nos presenta siempre como el lugar de Hollywood y sus estrellas, pero nunca como un sitio con altos índices de pobreza y una clara huella de ello: Skid Row (barrio bajo).
Ubicado en el centro de la ciudad ícono, la misma donde viven celebridades de todo tipo (del espectáculo, deportivas, musicales), Skid Row es la zona con mayor concentración de personas sin techo que hay en el país norteamericano: viven al aire libre, en carpas, “casas” construidas con cajas, mantas y colchonetas.
En el lugar abundan las adicciones a las drogas y el alcohol, además de la violencia: “Me han robado mis cosas varias veces. Hay que tener cuidado. Te das la vuelta un segundo y te lo han robado todo», contó a la BBC un joven de poco más de 20 años, que se presentó como Luis.
Como él, miles de personas habitan la Skid Row ante la falta de vivienda, una situación que en cifras oficiales ha venido empeorando en los últimos tiempos: en solo un año (2017), la tasa registró un incremento de un 23%, llegando a los casi 58 mil en Los Angeles, aunque no se trata de la ciudad con mayor cantidad de sin techo en Estados Unidos: Nueva York, con más de 75 mil, encabeza el listado, con la ciudad californiana en el segundo lugar. Aun así, la costa Oeste, incluyendo a San Francisco, Seattle, San Diego y San José, tiene a 5 de las 7 ciudades con mayor cantidad en el país.

En el caso de Skid Row, la mitad de esas personas se concentran en esa zona de unas aproximadamente 50 cuadras, en las cuales se ve de todo. Según cuenta un oficial policial entrevistado por la misma cadena de noticias, en Skid Row el crimen está “fuera de control”: hay violaciones constantemente, las bandas cobran (a cambio de dinero, droga o actos sexuales) por los espacios donde las personas ponen sus tiendas, algunas de ellas tan grandes como una pequeña habitación; y la política de las autoridades es la de no meterse en la situación. Es decir: dejar hacer.

Peor que países “subdesarrollados”
Los mismos números reflejan que Estados Unidos está peor que su vecino, México, con respecto a la tasa de personas sin una vivienda: las más de 550 mil personas en dicha situación, según un estudio del Departamento de Vivienda, representan un 0,17% de la población total de la nación norteamericana (México tiene un índice de 0,04%).
Pero si ampliamos los números a otros ámbitos, como la esperanza de vida, los estadounidenses quedan por detrás de muchos: con sus 79,2 años de promedio, se ubicaron en el puesto 40 en un estudio presentado por el Programa de la ONU sobre Desarrollo Humano (PNUD): no solo están por detrás de países del “primer mundo”: Chile (82 años), Costa Rica y Cuba (79,6), se ubican por delante de ellos en esa lista.
«El país luce bastante bien si comparas la parte alta de la sociedad estadounidense con el resto de países ricos. El tema es la increíble diferencia en bienestar entre los pobres y los ciudadanos con más recursos», argumenta Luke Shaefer, director de la Iniciativa para la Solución de la Pobreza de la Universidad de Michigan, uno de los involucrados en la investigación.
De hecho, la brecha es tan clara como el siguiente dato: el promedio de esperanza de vida para hombres blancos, con estudios universitarios, alcanza los 80 años, pero para un hombre negro que no tuvo acceso a la educación, la esperanza es inferior por un total de 14 años (promedian 66).
La tasa de homicidios también los sitúa por detrás de muchas naciones con menos recursos: 4,88 de cada 100 mil personas son asesinadas, según datos de la Oficina de la ONU contra las Drogas y el Delito. Superan, por ejemplo, a Bangladés, catalogado como uno de los países más pobres del globo, con un PIB per cápita que apenas supera los 1.000 dólares, mientras que el de EEUU, llega casi a los 55 mil, según datos de la propia ONU para 2014.
Todo confluye en Skid Row
Una de las razones por las que la situación en Skid Row empeora, según algunos activistas locales, es porque la crisis económica, acompañada a su vez por el alza constante en los precios de viviendas en las zonas cercanas, alejan aún más a los sin techo de la posibilidad de revertir su realidad actual.
Mientras tanto, albergues y comedores con voluntarios, intentan ayudarles en su día a día. Pueden hacer sus comidas diarias en esos centros, y hasta cuentan con espacios para pernoctar, algo que no resuelve el problema: incluso con esos espacios funcionando desde hace décadas (desde tiempos de la Gran Depresión, Skid Row ha recibido a personas sin hogar), miles se mantienen en las aceras del barrio bajo, ubicado en el centro histórico de Los Angeles.

El coordinador de voluntarios de albergue Midnight Mission, Joey Weinert, asegura que “si se pide ayuda, la hay”, ya que incluso cuentan con habitaciones temporales para que las personas en situación de calle puedan comenzar a rehacer sus vidas.
Considera, eso sí, que las iniciativas recientes para recaudar millones de dólares y construir viviendas no supondrían una solución real al problema. Por el contrario, podría agravarlos, si no se atienden las razones por las cuáles hay tantas personas en las calles de la ciudad, y de todo Estados Unidos. Entre ellas cita las adicciones y los problemas de salud mental.
Por estos dos casos, se encuentran en la calle unas 25 mil personas de las casi 58 mil de Los Angeles, según datos del propio Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano de la ciudad, que no se están atendiendo de manera correcta. “Nuestro país no se ocupa de los pobres y los débiles”, sentencia al respecto Weinert.
Mientras tanto, a Estados Unidos se le sigue presentando en medios, cine, en la industria musical y hasta en los escenarios políticos internacionales, como un lugar de ensueño para todos: el famoso sueño americano al que no han logrado inducir a Skid Row, como al resto de personas viviendo en la pobreza.
JI