El derecho de las aguas del Silala, mantiene vivo el desacuerdo entre dos países vecinos, Bolivia y Chile. Unos afirman que es un manantial y otros un río y aseguran que la solución está en manos de la justicia internacional y vuelve a sentar a ambas naciones en el tribunal más importante del mundo: la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya.
Bolivia hace 110 años cedió el uso de las aguas del Silala a la Antofagasta Railway Company, una empresa chilena manejada por Reino Unido. Sin embargo, este país, canceló dicha concesión en el año 1997, alegando que Chile usaba las aguas para otros fines. No obstante, Chile no acató la decisión y siguió utilizando el sistema hídrico.
Chile insertó una demanda ante la CIJ el 6 de junio de 2016, con el fin de defender su teoría de que las aguas del Silala provienen de un río internacional y no de un manantial como asegura Bolivia. En efecto, en julio de 2017, Chile presentó su memoria, mientras que Bolivia prepara su contramemoria que debe ser presentada ante dicha Corte hasta el 3 de julio de este año.
El agente ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya, Eduardo Rodríguez Veltzé, aseguró que Bolivia actualmente alista la contramemoria en el caso de la demanda por el Silala con el mayor rigor técnico y jurídico.
«Estamos trabajando en la contramemoria aspectos de orden muy técnico y otros jurídicos que se están trabajando con el mayor rigor y la responsabilidad posible», indicó Rodríguez Veltzé.
MT