Este 23 de marzo, Alemania ha puesto a prueba el ‘sol artificial más grande del mundo’. El experimento busca encontrar nuevas soluciones para la producción de combustibles amigables con el medio ambiente, según reseñó Sputnik.
El ‘Synlight’ como se llama el nuevo invento es una gigantesca estructura en forma de nido de abeja, compuesta de 149 faros de luz, que al ser enfocados en un área de 20×20 centímetros son capaces de producir una radiación hasta 10.000 veces mayor que la del Sol.
Las altas temperaturas (3.000 grados Celsius) alcanzadas con ayuda del ‘Synlight’ son una pieza clave en el desarrollo de nuevas tecnologías para producir hidrógeno, aclaró Bernhard Hoffschmidt, director del Instituto de Investigación Solar del Centro Aeroespacial Alemán, a Time.
Muchos científicos consideran al hidrógeno ‘el combustible del futuro’, debido a que no produce emisiones de carbono al ser quemado y por ende no contribuye al calentamiento global. Sin embargo, el elemento químico no se produce en la naturaleza y debe ser sintetizado a través de la división de una molécula de agua en un proceso que, actualmente, requiere de grandes cantidades de energía.
El objetivo final consiste en desarrollar una tecnología capaz de producir hidrógeno a larga escala, usando la luz del Sol como fuente primaria y no la energía de soles artificiales.
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