El llamado «proyecto pillapilla» consistía en emboscar parejas homosexuales en las zonas de Granollers y Les Franqueses, en Barcelona, con el fin de filmarlos y someterlos al escarnio público tras un vergonzoso interrogatorio que luego sería subido a las redes.
Con este descubrimiento se ha capturado a su cabecilla, «Mykola» y se han identificado al menos cinco personas más, quienes bajo el modus operandi de hacerse pasar por una personaje homosexual, concretaban una cita donde abordaban al citado y le hacían preguntas ante una cámara.
El fiscal Miguel Ángel Aguilar ha pedido la condena mayor, de 21 años, para Mykola por ser el impulsor de este grupo homofóbico y neo-nazi que arremetía ferozmente contra una comunidad que va en pro de la inclusión y exponiéndola a una vergüenza soez.
KH