La reforma de pensiones, la más importante y polémica de las políticas de Macri, ha dado hoy un nuevo vuelco y ha desatado un desastre frente al Congreso y dentro del hemiciclo hasta el punto de tener que suspender la sesión en la que estaba prevista aprobar la medida.
Si bien, los votos necesarios para sacar adelante la propuesta, estaban a favor de Macri, los gritos, la violencia en las calles, durante este jueves, y la fuerte represión por parte de los organismos de seguridad frente al Congreso, llevó al Gobierno a meter el freno.
La discusión de la reforma de las pensiones, se le fue de las manos al Gobierno de Macri, graves incidentes en los alrededores del Congreso, heridos, tanto manifestantes como diputados de oposición que se encontraban en el lugar de la protesta fijando su posición adversa a la reforma. La represión de los cuerpos de seguridad, fue tal que incluso dos parlamentarios tuvieron que ser atendidos en la enfermería del Congreso. Pelotas de goma eran disparadas por los oficiales.
«Al pueblo argentino le ha costado mucho vivir en democracia y hoy se violan todas las normas de convivencia y se hace este operativo militar que yo, que tengo más de 50 años de vida pública, nunca he visto: un Parlamento tomado, el Senado cerrado y el Congreso lleno de agentes de inteligencia sacando fotos dentro», expresó José Luis Gioja, opositor, presidente del Partido Justicialista.
Violencia y tensión
Habían dos escenarios: la batalla campal entre la policía y los manifestantes, y la guerra a empujones y gritos dentro del Congreso para frenar la sesión clave en la que debía aprobarse la reforma. La oposición exigía a gritos que se suspendiera la sesión ante los incidentes que se estaban viviendo fuera.
La oposición exigía parar la sesión y algunos parlamentarios kirchneristas se acercaron a su mesa y empezaron a empujones a intentar impedir que se pudiera abrir la sesión. Llegaron incluso a pegarle un manotazo en el micrófono. Insistían en que no se puede iniciar una sesión mientras había algunos diputados heridos por policías que no podían acudir.
La diputada oficialista, Elisa Carrió fue quien logró que se detuviera la sesión y criticó la magnitud del operativo de Gendarmería organizado por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
“No se necesitan tantos gendarmes, la ministra tiene que parar. No hay que hacer tanta ostentación de la fuerza, no es bueno”, dijo.
LS