El ministro de Interior italiano Matteo Salvini eclipsó al presidente de la República en los primeros tres meses de legislatura por sus medidas contra la inmigración. Además de buscar apoyos a nivel europeo para extender sus políticas ultraderechistas.
El Gobierno italiano de Giuseppe Conte cumple cien días en los que las controversias surgidas por su vicepresidente y ministro del Interior, Matteo Salvini, han sido la tónica general.
Las políticas llevadas a cabo desde el Ejecutivo italiano chocan entre sí. Mientras el otro vicepresidente, Luigi di Maio (M5E) intentaba legislar en cuento a la limitación del trabajo temporal y prohibía la publicidad de las casas de apuestas, Salvini exigía que se le entregaran 100 lanchas motoras a la guardia costera libia.

Salvini busca disminuir los índices de inmigración y aumentar el índice de seguridad en el país. Sus medidas respecto a estos dos temas le han encumbrado tanto en el interior como en el exterior de su país.
Entre ellas se encuentran el cerrar los puertos italianos a los buques de salvamento, poner trabas constantes para que las ONG no puedan ejercer sus funciones o apoyar, y reducir los niveles de inmigración en un 65%. Esto ha hecho que Internamente tenga conflictos con sus socios de Gobierno.
NB
La migración venezolana es también cosa de mafias, oficialmente