Tras un mes de intensas investigaciones para determinar las causas que pudieron ocasionar un agujero en la Estación Espacial Internacional (EEI), hallado el pasado 29 de agosto, el director de Roscosmos, Dmitry Rogozin, descartó que el orificio fuera un error de fabricación y apuntó que pudo haber sido creado a propósito con un taladro.
El agujero, que ocasionó una fuga de oxigeno en el laboratorio y afortunadamente pudo ser reparada por los científicos que se encontraban a bordo de la EEI, tenía dos milímetros de diámetro. En su informe, Roscosmos descarta de forma tajante que se hubiera producido durante la línea de producción y señala que no saben cuándo o cómo pudo haberse producido.
En respuesta al informe de la Agencia Espacial Rusa, la NASA se ha apresurado a emitir un comunicado en el que apuntan que el hecho de que no se trate de un defecto de producción, no significa que haya sido producto de una acción deliberada o malintencionada.
La polémica coincide con la propuesta de Rusia y China de vetar la presencia de armas en el espacio, iniciativa que limitaría las posibilidades del gobierno de EEUU quien en el mes de junio ordenó la creación de una Fuerza Espacial y catalogó el espacio como un campo de guerra. Este plan de #DonaldTrump podría infringir el tratado sobre el espacio, firmado en 1967 por más de cien países, que prohíbe la militarización del espacio.
ARG