El Reino Unido podría aplicar un “boicot” al Mundial de futbol Rusia 2018 en caso de que se comprueben las acusaciones de que las autoridades de Moscú están implicadas en el envenenamiento del excoronel ruso y doble espía Serguéi Skripal y su hija Yulia en suelo inglés.
La primera ministra británica, Theresa May, anunció que los altos funcionarios británicos no acudirán al torneo, ni los miembros de la familia real.
El Gobierno de Rusia negó cualquier responsabilidad y exigió a Inglaterra que presente pruebas.
Islandia –selección que se estrena en un mundial- también anunció que se plegará al boicot y no enviará a ningún representante gubernamental.
Según medios deportivos destacados otros seis países planean sumarse al boicot diplomático: Polonia, Dinamarca, Suecia, Australia y Japón. Sin embargo, hasta el momento no hay información oficial.
Ya antes, en el primer Mundial de Fútbol celebrado en 1930 en Uruguay, Inglaterra lideró un boicot y la mayoría de selecciones europeas no participaron. Los ingleses consideraban que como creadores del deporte rey debían organizar la competencia.
En el Mundial de Brasil en 1950 la FIFA en componenda con el presidente de Brasil, Getúlio Vargas, “le quitó” la sede a Argentina. Juan Domingo Perón se sintió traicionado por su homólogo brasileño y decidió no enviar la oncena albiceleste.
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